Estrenos de Fútbol

La liga española ha vuelto y estamos de estreno.  Por ejemplo, de equipaciones: la segunda del FC Barcelona  y la primera del Athletic Club de Bilbao. Que ahí se enfrentaban el eterno seguro candidato a campeón y la eterna segura promesa.

Mucha intensidad y presión, a uno y otro lado del campo de juego. Y el aliento, bajo la lluvia: al fin y al cabo, esto es San Mamés.  Este Athletic poco tuvo que ver con aquel otro contra el Sporting de Gijón, aquella primera jornada de esta Liga Santander 2016-2017; que también aquí se estrena nombre de marca de sponsor.  Me entusiasmaba con este Athletic de hoy cuando, en el minuto 21 de juego, llegó un flor de centro de Arda Turam sobre el área defendida por mis rojiblancos que fue conectado por Ivan Rakitic quien lo envió excelente y certeramente adentro de la portería de Gorka Iraizoz.  Pero el Athletic seguía presionando arriba, en la salida del Barça, aunque sin fortuna.  Es que los jugadores del Barça, es como si se gustaran de tanto conocerse. Me aclaro, sin que amanezca: les gusta jugar entre ellos, esperarse, sorprenderse. Se miran, se saben. En cambio, en el Athletic, hay mucha timidez y no terminan de gustarse ni de conocerse. Pero los tímidos pueden sorprender, aunque rara vez lo hacen.  No es el caso del árbitro: Mateu Lahoz, que se gusta a sí mismo pero no gusta (al menos, no a mí).  Es un día en el que la Semana Grande en Bilbao finalizaba. Por momentos, el Athletic parecía allí; era cuando se dejaba ganar en las marcas, cuando cedían a la presión.  En el minuto 75 ingresó Iker Muniain por Markel Susaeta, a quien no le gusta salir; a mí tampoco me gusta cuando Susa se muestra tibio en el campo.  Y así como hubo estrenos, también hubo reafirmaciones. Del lado del Barça, cuando las charlas de sus jugadores con el árbitro, cuando las faltas simuladas sobre sí (“teatro, lo tuyo es puro teatro”) y las cometida a los jugadores del Athletic, quienes recibían las tarjetas además de los golpes. Del lado del Athletic, las imprecisiones en los pases, los desajustes en el juego colectivo.  Parecía que podría recuperar la esperanza cuando en el minuto 85 Beñat ejecutó un magnífico tiro libre que pasó rozando el poste pero por el lado de fuera. Beñat, una de las figuras del Athletic hoy junto con Óscar De Marcos y Aimeryc Laporte.  En el minuto 88, salté sobre la silla: esa falta de Rakitic a Muniain era penalti. El árbitro, que estaba a unos 5 metros de la jugada, ni se inmutó. Eso, “siga, siga”.  Me quedaron dos estrenos pendientes. Uno, el de un jugador rubio de prestado y con barba pelirroja, que cada vez tiene más tatuajes. Se llama Lionel Messi y juega en el FC Barcelona. Pasa por el césped como no queriendo, sin embargo, se hace notar; un toque, una finta, un regate, un disparo. Se hace notar, siempre.  El último de los estrenos, el del comercial institucional de la Liga Profesional de Fútbol, el de los hinchas soñando: que la Liga recién comienza y todo es posible. ¡Qué ilusos!: las probabilidades de ganarla sólo son para el duopolio de hecho, lo villanos habituales a los ojos ajenos.  Sin embargo, yo también tengo derecho a soñar como aquellos hinchas de publicidad. De hecho, mi sueño más inmediato y urgente es que mi Athletic salga de la zona de farolillo rojo -2-1 ante el Sporting, 0-1 ante el Barça. Que vaya estreno liguero hemos tenido.
Por Alejandra Herranz. Blogger argentina, athleticzale y periodista.  

@aleherranz

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