Así sí, Athletic

Tan sólo un golpe de infortunio en los primeros compases del partido y un gol de un Real Madrid asfixiado cuando el encuentro agonizaba, evitaron que el Athletic Club puntuara en el Santiago Bernabéu en la noche de ayer. La lluvia jugó una mala pasada a Saborit en el 6’ cuando ya había ganado la posición a Isco, que sirvió en bandeja el 1-0 a Benzema.

En el 82’, una buena intervención de Iraizoz no fue suficiente para mantener el empate. El balón fue caprichoso y, tras dar en el trasero del meta rojiblanco, quedó franco para que Morata hiciera el 2-1 definitivo.
Entre medias, un partidazo. Noventa minutos en los que los leones de Ernesto Valverde dieron toda una lección de buen hacer sobre el terreno de juego. La clave del partido estaba clara, presionar al Madrid arriba y no dejarle pensar. El técnico del Athetic lo sabía y así se lo transmitió a sus hombres, que comenzaron el encuentro sorprendiendo a su rival, convirtiéndose en una auténtica pesadilla cuando aún tenían el balón en sus pies en defensa.
El Athletic acusó la mala suerte sufrida en el primer gol madridista y levantó el pie del acelerador, dejando respirar al Real Madrid durante veinte minutos. El tiempo que tardó Sabin Merino en hacer justicia anotando el empate. Justicia que volvió a envalentonar a los rojiblancos, que sentaron cátedra con una clase magistral de lo que debe imperar siempre en un equipo de fútbol: disciplina, orden, trabajo y creer en sí mismo.
Aún sintiendo el Athetic como lo siento, puedo asegurar que soy totalmente objetivo al decir que ni un solo león no estuvo al nivel del resto del equipo. Con mayor o  menor suerte, todos apuntaron durante los noventa minutos hacia el mismo sitio, cumplir con su tarea y ser solidario con el compañero. Los errores mínimos que pudieron ser cometidos por unos eran solventados al momento por otros.
Me llena de orgullo ser del Athletic cuando veo a Laporte salir a jugar la segunda parte cojeando, demostrando su máximo compromiso con la causa. Me llena de orgullo también que Saborit sea capaz de rayar a gran nivel a pesar de contar muy poco para Valverde, que Lekue haya demostrado al mundo entero que ya es una realidad, una realidad en forma de jugadorazo.
Siento orgullo al ver el bautizo de Sabin Merino y Williams, con mayor o menor suerte de cara a gol, en un estadio como el Santiago Bernabéu. El trabajo y la entrega del resto del equipo, titulares y suplentes, completaron un partido para poder pensar en cosas grandes con este Athletic.
Así, sí, leones.
Por Abel Romera Aguilera, periodista gaditano de AS. "Soy más del @AthleticClub que Iriondo, Venancio, Zarra, Panizo y Gainza". 
@Abel_Romera_AS