Balones fuera, Mendilibar
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"El que esté libre de culpa que tiré la primera pelota fuera"... Jesús, ese que de sí mismo decía que era hijo de un Dios, lo evangelizo ante un grupo de judíos que estaban a un tris de lapidar a una mujer que había tenido relaciones sexuales fuera de su matrimonio, o que era 'lumi' a comisión en un lupanar de la conflictiva Jerusalén...
Hoy en día, en lugares dispares y diversos, se sigue lapidando, y hasta se le sigue cantando, en formato 'bilbainada', a un aldeano que tiró la piedra y su mano no la escondió... Reyerta y piedra; Fútbol y balón. Centrémonos en el balompie, que mueve las pasiones de las masas, fútbol en manos de entrenadores que, así actúen de una manera, o lo hagan de la otra, pueden ser mensajeros de la paz o piromanos que envalentonan la llamarada de un fuego arrojando al 'calentin' litros a mansalva de gasolina...
Jose Luis Mendilibar, adiestrador de un Eibar que ha crecido en pocos años de manera meritoria y portentosa, luego de que San Mames, con música de viento e intensamente visceral, le afeara que su equipo no hubiera lanzado la pelota fuera luego de que Arrizabalaga si lo hubiera hecho al avistar el horizonte, allá donde convivían el 'Riesgo' y el dolor de un Inaki Williams herido. Bueno, no es sólo que no se la devolviera al que había sido el último poseedor, sino que no la habían arrojado fuera del terreno mientras se afanaban en un ataque que terminó en las manos del cancerbero del Athletic Club.
Ante el grito ensordecedor que llegó a remover los cimientos de la Catedral, 'Mendi' se volvió a la grada y la miró como diciendo: ¿Acaso no os han informado de que en el libro de estilo de mis equipos este tipo de gestos están terminante prohibidos?
San Mames no entendió el mensaje en su mirada. Nadie se lo había hecho saber. La bronca se había declarado, y no finalizó así que el árbitro hubiera decretado el final de la contienda. Cuco Ziganda, desde que labora con los cachorros, informa a sus colegas de que sus jugadores no tirarán fuera el balón; que eso de parar el juego está en manos del colegiado.
Asi las cosas, la trifulca que provocó el gesto de los armeros debería servir de toque de atención al Athletic Club, desde el último jugador hasta el primer gestor, mi presidente, el señor Josu Urrutia.
El apodado por Jose Iragorri, todo cariño el cantor de bacalaos de la 'Popu', 'Panaderito de Lekeitio" debería convocar de manera urgente una asamblea, no de "flores marchitas", como poetiza Silvio Rodríguez, sino de kimas y hojas del árbol que nos sigue regalando futbolistas, el último, Asier Villalibre, vía libre para el 'búfalo de Gernika', que le asistió a Muniain para que matara el partido.
Café a mansalva sobre una mesa redonda en la sala de juntas del palacio de Ibaigane. Damas y caballeros en sus asientos. La pretensión: no levantarse hasta haber modificado uno de los apartados de la Contitucion del Athletic, 'Gure estiloa' como libro también llamado. Y así como se popularizó un día aquello de que "Donde dije digo digo diego", modifiquese el punto del día y de la noche, el Athletic derrota al sueño, ojos bien abiertos, limpias las conciencias, no haya duelo ni remordimiento cuando, por mayoría absoluta, tan sólo un voto adrede manipulado para que resultará nulo, y una abstención provocada por una urgencia que forzó la huida al baño de un miembro de la junta directiva.
Se levanta la sesión. Satisfacción. Como si tod@s se hubieran quitado un muerto de encima. Un cadáver de inmediato incinerado. Cenizas arrojadas a la ría, metáfora evidente de esas naves que se queman para no caer en la tentación de volver a las andadas.
"La junta directiva del Athletic Club, luego de una puesta en común de preguntas y respuestas, de dimes y diretes, de tesis y antítesis, delibera en síntesis, para conocimiento de su masa expandida por todo el mundo, que, luego del 'caso Mendilibar', los futbolistas del primer equipo rojiblanco, es decir, los 'leones de San Mames', adaptándose al fútbol de élite, y, en especial, a fin de no competir en inferioridad por mor de unos principios que en un sólo apartado afectan al llamado 'Gure Estiloa', a partir del próximo partido ligero, los futbolistas que estén bregando sobre el verde no arrojaran la pelota fuera del rectángulo de juego a pesar de que, caídos cual soldaditos de plomo, jugadores se retuerzan denunciando un dolor real o fingido. La detención del partido la dejaremos en manos del juez de la contienda, que para eso cobra una pasta gansa, caramba".
"Jaula es la vía de palomas muertas y ávidos cazadores". La poesía de José Marti nos viene al pelo. En un fútbol donde, partido a partido, medran los tramposos, los fingidores, los indeseables, en esta sabana salvaje en que se convierten los estadios, nosotros, los leones, no nos podemos permitir el lujo de inhabilitarnos las zarpas y arrancarnos los colmillos.
El león debe seguir siendo León. De renunciar al legado del Santo Mames, hemos sido, somos y seguiríamos siendo prensa fácil de una fauna feroz movida por su instinto animal, carente de conciencia y pensamiento, "una raza vil", como escribió José Marti, "de hombres tenaces, todos del pelo al pie de garra y diente".
Lo que en Cuco Ziganda es honestidad, honestidad sigue siendo en el modo de obrar del entrenador del Eibar, aunque algunos pensemos que es presa del síndrome de resentimiento de aquellos que salieron del Athletic despedidos, y no por la puerta grande.
En lo referente a tirar balones fuera, Mendilibar es nuestro espejo al que mirarnos, frente a frente al cristal que nos devuelve nuestra imagen centenaria y colosal, mientras el humanista cubano nos recuerda que, aún actuando como lo hacen los equipos de Mendilibar, y el resto de escuadras así les cuadre en la contienda, no perderemos, ni por asomo, la condición de esos otros seres humanos, futbolistas ellos, "que como flor / al viento exhalan/ en el amor del hombre/ su perfume".
Por Luis María Pérez, Kuitxi, periodista y exfutbolista del CF Portugalete