Nora zoaz, Euskal Selekzioa?

"El fin de año huele a fiesta, enhorabuenas, y postales, con votos de renovación"... Así le da inicio el trovador cubano Silvio Rodríguez a su ' Canción de Navidad'. Tonada que yo utilicé en su día como fondo musical para que Jose Iragorri sintiera protegidas sus anchas espaldas mientras en su 'Oye Como Va' de una noche de finales de 2009 leyera una de aquellas crónicas que 'Kuitxi' le escribía a la carta de su suprema voluntad .

"Las últimas palabras de Patxi Mutiloa" era el título de aquello que surgió en mi intelecto luego de escucharle al señor Mutiloa, a la sazón esbirro deportivo del gobierno ¿vasco? presidido por Patxi López, jarrillero ilustre de Coscojales, así como yo lo soy de La Florida, a quince metros del estadio municipal del Club Portugalete que recién ha inaugurado su, nunca mejor dicho, 'flamante' iluminación artificial.
A las puertas del llamado "partido navideño" (así se vendió por un tiempo en las televisiones españolas para quitarle hierro al asunto a la vez que obligaban a los gobiernos autonómicos que montaran su propio bolo para apagar la llama reivindicativa que suponía la puesta en escena de la selección de Euskadi), a las puertas, les decía, de ese fútbol, como el turrón, que vuelve a casa por Navidad, ese fútbol mágico de la selección vasca de fútbol, el señor Mutiloa se soltaba el pelo que no tenía declarando a la cuidadania que vascos son los nacidos en cualquiera de los tres territorios de la acronimamente llamada 'CAV' , Comunidad Autónoma Vasca diseñada para albergar a Bizkaia, Araba y Gipuzkoa.
Si Mutiloa hubiera sido coherente con su 'cachambrada', debería haber impugnado con tiempo suficiente aquel evento para que la Constitución española, la suya, la que estaba obligado a defender, no fuera violada por intromisión de navarros y franceses. Mutiloa venía de la pelota del frontón, dirigente que hacía la vista gorda ante tal cantidad de 'españoles' llenando frontones, puro y copa de pacharan, Mikel Goñi, Abel Barriola, los hermanos Olaizola, 'el leñador de Erasun' Julián Retegi...y una larga lista de ovejas descarriadas que hablaban en esa lengua tan rara llamada vascuence que a la fuerza, con tormento y castigos, les habían sellado a fuego en su más tierna infancia. Patxi Mutiloa recibió por mi parte ' lo suyo' : escribí a muerte al mismo tiempo que la vida me jugaba, o represalias que me traían si cuidado, o la bronca de ' mi parienta': no tengo miedo así que me amenacen con cortarme las manos si es que 'largo' e incomodo' como le sucediera al bueno y martir colibrí chileno Víctor Jara.
Tiempo atrás, cuando el Partido Socialista español quería, sin poderlo, hacerse con la Lehendakaritza de Ajuria Enea, Nicolás Redondo Terrreros, hijo del baracaldes Nicolás Redondo Urbieta,  luchador, este ultimo, el padre, como obrero de tajo y sindicalista con las mangas remangadas en los tiempos más oscuros y sangrientos del indigesto régimen del caudillo ferrollano, Redondo Terreros, les decia, al que yo denominaba 'Nicolás Txiki' para caricaturizarlo convirtiéndolo en personaje protagonista e irrisorio de los libros de Sempe y Gosciny, Nicolás Txiki, si, mas sin faltar por ello a la verdad de ser el menor por su condición de hijo, Terreros Redondo, personaje aburrido, perdido por su condición de ateo o agnóstico en unas fiestas en las que el que más disfruta, o debería hacerlo, es el creyente, en la mañana previa  al partido nocturno que la selección de Euskadi habría de jugar en San Mames, se vendó el pecho a fin de adelantarse al cuchillazo que habría de sufrir con la disputa del encuentro. Imperaba Ibarretxe con su cetro de Lehendakari.
Contra el cargo el Pequeño Nicolas, con modales impropios de la inmadurez e inocencia de una criatura. Lo leí en los papeles recién nacido aquel dia: " De mañana Ibarretxe despachará en su palacio; para, bien cargadito de adrenalina condensada, asistir entrada ya la noche a la ORGIA NACIONALISTA (sic) que tendrá lugar en San Mames"...
Nicolás Redondo Terreros, Patxi Mutiloa, el uno en los cuadros delanteros, el otro, al resto. Pareja que tiene casi imposible el medro en temas alusivos a la 'res publica' y el juego del peloton.
Ahora que ellos ya no interfieren, debería ser llegada la hora de mirarnos al ombligo, pero no para sentirnos sol alrededor del cual rotan de manera grave los planetas, sino para coger al 'Minotauro' de sus cuernos, cabeza de toro, cuerpo humano, sacarlo arrastras del Laberinto y sentarlo en sala de tribunal para que el juicio final se lleve a cabo hasta su consumacion con sentencia de absolución... o de condena...
Para tal magna empresa, es imprescindible saber dónde se ubica realmente el Laberinto, portentosa pero terrible obra del Dédalo para darle techo al repugnante fruto de la unión carnal entre Pasifae, reina de Creta, y un precioso toro blanco surgido del mar por obra y desgracia de Poseidon. Pasifae, presa del encanto del mito, se disfrazó de vaca para que el reluciente toro blanco entrara al trapo y se acostara con ella con resultado de copula hasta el fondo y fruto repugnante en forma de monstruo e instinto de esos irrefrenablemente sanguinarios y crueles: los toros, aunque tengan cuerpo humano, no piensan: cautivos del hambre, huelen carne humana, siete hombres y otras tantas doncelllas, y arrancan en veloz carrera, a degüello, hasta sus presas.
Como el mito del Minotauro está a tiro de Google y Wikipedia, ahondese en el toda persona que su curiosidad no haya sido saciada, a fin de que, ya todos juntos, avancemos, superando míticas barreras, para traer el agua a nuestro molino, arrimar ascuas a sardinas ("bacalao", me corrige José Iragorri celoso de su herencia con derechos de autor), acercarnos, buscando calor, al sol, pues sol no somos, nada de astro rey, la humildad como bandera. La de Aritz Aduriz, me quedo con su palabra, firme y sincera, el partido frente a Túnez ha finalizado, el ejército vasco se ha tomado cumplida venganza de aquellas injusta derrota sufrida años atras en San Mames por las tropas de los herederos de Cartago, Anibal y los cartagineses...
El micro a la altura de su boca; las cámaras lo enfocan; los focos lo alumbran, la estampa de un guerrero, hasta que , cuando todo el mundo creía que el ariete se retiraba a ese habitáculo donde reposan los soldados de a pie, los valientes, gira su cuello, abre su brazo, con el dedo índice de su mano derecha señala la tribu que le queda atras, enfrente de la boca por la que los futbolistas salen y entran a la vez que reverencian el busto del idolatrado Rafael Moreno Aranzadi, 'Pitxitxi' ...
Hubo palabras del 'Zorro'. Pocas, pero las hubo. Lo esencial fue el gesto, un dedo que al señalar el reflejo vacío de la Luna sobre la superficie roja del planeta Athletic lo decía todo... Que es lo que falta que la aventura falta...Seguro estoy de que, si por Aduriz fuera, se ofrecería sin condiciones para oficiar de Teseo, hijo de Dedalo, artífice del Laberinto, nuestro César Azkarate vasco, héroe que se propone matar a este maldito Minotauro que toda una vida lleva amedrentando a un pueblo, el vasco, España y Francia son Creta y sus islas acolitas, siete hombres, otras tantas mujeres, voraz e insaciable apetito el de la bestia. Lo damos todo a cambio de nada, ¿verdad, Aduriz?...
Esto es el cuento de nunca acabar. Y si cuento fuera, gaitz erdi!, es mito, y el mito nunca muere, cabe tan solo retroceder para darle inicio siguiéndole escrupulosamente los pasos. Aduriz, a quien le cabe duda, Teseo-Deseo es, un casting para el papel de Ariadna, ovillo e hilo son minucias de merceria. Entrar. Buscarlo. Encontrarlo. Hacerle frente al Minotauro para, luego de cruda batalla, darle muerte, degollarlo, decapitado, cabeza en sus manos que ve la luz gracias al rol que ha jugado Ariadna, mujer, esencial es su cometido en una sociedad matriarcal como la vasca...Laberinto. Minotauro. Ariadna. Atenas sometida por el imperio cretense. La cultura del Partenón y la filosofía cetro quería y cetro tiene...Patria o muerte. Patria tenemos. Nos falta la suerte. Que Fortuna le tire de su mechón de pelo a Ocasión y se reúnan. El destino de la selección vasca de fútbol está en sus manos. Aprendamos de la historia. Escarbemos en la montonera del mito. Leyendas al margen. Se lo repito. La cosa viene de lejos. Aunque lícito, y lo más juicioso , es que vayamos desgranando en retroceso.
Viernes 30 de diciembre de un 2016 extinto. Poco antes de las 19:00 me acerco a la tienda de Juan, mi 'sastrecillo valiente'. Platicamos breve. Chapa el comercio a las 20:00 y nos dejamos llevar Cristóbal Mello abajo hasta alcanzar la degus 'Miramar'. La afamada chocolateria ubicada enfrente del Puente Colgante entrada Portugalete está petada. Miro la tele y veo lo que no toca, Partido de la Selección Vasca, Que canal, ETB 1, Hecho...Faltan minutos para el inicio, pero todo indica que la pobre asistencia de público no saldrá de su miseria. El, un chocolate; yo tengo antojo de churros que mojar en la espesura. De Burgos Bengoetxea es el trencilla. Hasta el debe de estar consternado por la lamentable asistencia de fieles de la tricolor al rito anual que se celebra en el foro de la Catedral. Un vacio que da frío. Se trata de justificar entre los dos tamaña desercion, Es fin de semana, y no uno cualquiera, el año se acaba, mañana es Noche Vieja y pasado es Año Nuevo, familias a lo rural, casas enteras en el agro y la montaña, comerse las uvas en Cazorla mola más que calarse de frío hasta los huesos en San Mames, Tú crees, Si, Yo me decanto por ese hastío que ha hecho mella hasta en Ritxi Mendiguren, alma mater de esa plataforma que en su día se formó para reivindicar la oficialidad de todas las selecciones deportivas de Euskalherria.
Se montó una buena en su día. Que si las instituciones vascas y las federaciones no hacen nada, que si en vez de Euskadi, mejor Euskalherria o Euskal Selekzioa, que si, que si, que si...
Ya lo dice Javier Clemente cada vez que sobre el tema le interrogan, Es un tema politico, hasta que Euskal Herria no sea nacion, no hay tu tía. Trillado hasta la finura el tema de Escocia, Gales e Irlanda del Norte, uno se agarra al clavo ardiendo de Gibraltar, o de las Islas Feroe, britanica la una, danesa la otra, dos engendros en materia deportiva, pero que, si un día están de que si, podrían ganar el mundial de fútbol...
Si los vascos estuviéramos congregados en una unidad, habría motivos para una lucha a muerte y sin tregua, pero, al estar divididos en dos estados y diseminados en siete territorios, la empresa se me antoja compleja: quien le pone el cascabel al gato, quien capaz de hacer realidad el 'Zapiak bat' de una tirada, quien unir Iparralde, la CAV y la Comunidad Foral de Navarra, para, de seguido, convertirla en nacion de hecho, estado de derecho, como lo es España, Francia, o ese Marruecos separado por el estrecho...
A la espera de noticias de los que acumulan poder, solo cabe, pero cabe tanto, que la Federación Vasca de Fútbol llegue a una entente con la Navarra ahora que Uxue Barkos maneja el timón de la nave que se refloto luego de la masacre de Amaiur; para, de seguido, mientras se hace caldero en las cuevas de Zugarramurdi, hermanarse en serio pacto con los tres territorios de Iparralde ahora que el gobierno francés, en un ataque de generosa sensatez, ha permitido que representes de Lapurdi, Benafarroa y Zuberoa formen un ente diferencial en la centralista nación francesa...
Y así, de la mano los tres territorios, en materia deportiva de común acuerdo, el fútbol como bandera, organizar partidos convocando futbolistas de los siete territorios así que los encuentros no lleguen a la oficialidad. No hay otra. Y si la hay, en este momento no la veo. Partidos, en plural y contra potentes combinados. Tres, cuatro por temporada. Y a ser posible, dejarse ver, exhibirse fuera de nuestras fronteras, como aquellos bravos guerreros que, huyendo de la garra franquista, cruzaron el charco, y, asentados en Mexico, pusieron a la selección de fútbol de Euskadi, la tricolor y su bandera, a 5636 metros de altitud, en  la cumbre de Citlaltepetl, pico y volcán, techo del país azteca.
Por Luis María Pérez, Kuitxi, periodista y exfutbolista del CF Portugalete