La anécdota: Marcos Gil ya tiene un amigo en Deyverson

Uno de los momentos más bonitos de la jornada 17 de LaLiga Santander tenía lugar este domingo en el derbi disputado en San Mamés, duelo en el que el Athletic Club empataba a cero con su vecino babazorro. Todo ocurrió cuando el delantero del Deportivo Alavés, Deyverson, pidió disculpas a un niño, Marcos Gil, de 9 añitos, al que había pegado un balonazo sin querer durante la serie de disparos a puerta realizados en el calentamiento previo al partido.

Al ver como el joven bilbaíno, que había acudido a la Catedral acompañado de su padre, Luis, y su hermana, lloraba en la grada, el delantero visitante no dudó en subir a la misma, disculparse rápidamente y darle un sanador beso en la cabeza, con lo que el susto quedó pronto reparado.
Como comentan desde su familia a ElDesmarque Bizkaia "le dio un buen golpe, pero luego cuando le pidió disculpas Deyverson y le dio un beso se animó más, eso sí, si llega a ser un jugador del Athletic le pide la camiseta", relatan con simpatía y fervor athleticzale.