Cuco, ¿y si llevamos al filial?

No es que sea noticia, pero hay que contarlo igual. Una vez más no le fue bien al Athletic Club en el Sánchez Pizjuán, terreno maldito donde ha caído derrotado por el Sevilla (2-0) con goles de Muriel y el 'Mudo' Vázquez en una tarde que olía fatal desde que se vio el once. Algunos dirán que desde antes incluso de viajar, ya que que pitaba Undiano Mallenco y encima la cabeza estaba en Marsella.

Este sábado tocó medir si las buenas sensaciones que dejó el empate ante el Valencia suponen un refuerzo anímico, o fue, como algunos barruntaban, un mero espejismo en un camino trufado de 'subeibajas'. Hoy tocó la imagen pobre, la que encrespa o hunde los ánimos de los aficionados, o si quieren de los socios, que son los que le preocupan a Josu Urrutia. Si no es por Kepa Arrizabalaga cae la del pulpo.
Ni gustó el planteamiento inicial ni el alocado triple cambio al descanso en plan bandazo a lo Marcelo Bielsa. ¿Para perder igual hacía falta que Beñat, Aduriz y Raúl García jugaran todo un tiempo? Y visto Atlético y Sevilla... ¿nos espera lo mismo en Bernabéu, Camp Nou y Madrigal? Para eso, ya que está de moda darle consejos al Cuco, llévate al filial. No se ha inquietado a los hispalenses más que en algún rifi-rafe. De hecho corrieron 4 kilómetros más según la estadística.

Ziganda no 'defraudó' las expectativas previas. Hubo las rotaciones esperadas (5) pensando en la cita gala del jueves, con un trivote formado por Iturraspe, San José y Vesga -¿en el mediocampo más lento de la historia del fútbol?-, sin duda con idea de amarrar, mientras que Iñaki Williams jugaba en punta al espacio con Aduriz y Rulo en la banqueta. Enfrente los hispalenses no habían reservado ni toallas, Montella iba con todo, el once de Champions y se notó horrores.
El primer cuarto de hora fue un suplicio. Kepa tuvo que meter una pierna dichosa a los 5 minutos después de la primera imprecisión en zona minada de Yeray y San José, al igual que Córdoba tuvo que cerrar al límite cuando se cantaba el gol. También pudo marcar Correa a balón parado, Sarabia buscando el palo... una avalancha amparada en los sucesivos errores de Lekue, Itu y Sanjo, que no daban una. Afortunadamente los del 'Arrebato' andan mal de puntería en todo el campeonato, Muriel la estrelló, solito, en el larguero.
Esa falta de gol siempre te da una oportunidad. Que en el caso vasco pasaba siempre por Iñigo Córdoba, aunque Susaeta pudo expulsar a Escudero si Undiano lo hubiera apreciado en un agarrón. Pero no podía durar la 'txanba', un error de San José permitía a Muriel batir a Kepa tirando al retrete el plan acorazado, seguido de otro tanto del Mudo Vázquez. El tema es que en este Athletic el 'acero' es de chiste, si el sarcófago de Chernobyl fuera como nuestro sistema defensivo habría plutonio hasta en el Everest.

A diferencia del Metropolitano Williams pudo acortar distancias, pero primero remató al muñeco y luego cabeceó fatal estando solo, estaba tan peleón como desacertado en un primer tiempo que fue un bajón. Ni los laterales subían con acierto, ni los medios dominaban ni los de arriba veían luz en sus remates. A la vuelta el Cuco, que en el túnel tenía una cara que contrastaba con sus discursos floridos y épicos a lo 'Braveheart', volvía a liarse la manta ya que activaba de la misma a Beñat, Raúl y a Aduriz, a la 'americana'.
Con el temor de que hubiera alguna sanción o alguna expulsión, como le pasó a Bielsa en Lille, se reconocía la pifia, pero al menos es verdad que el equipo se echó hacia arriba, presionando y dejando la impronta de jugadores con más peso específico. Era más reconocible, dominando a un Sevilla agazapado, que al rato se espabiló con un gran tiro de Nolito al que Kepa respondía con un vuelo a mano cambiada o una mano santa ante un 1x1 con el Mudo.

En medio de la indefinición y una nube de partidos habrá que dar la mejor cara posible el jueves en Marsella, donde el Velodrome acogerá el choque de ida ante el Olympique. Hoy se tiraron los puntos ante un rival, bien cierto muy superior de plantilla, algo que tendrá que ver con quien confecciona la plantilla propia, que será bastante parecido a quien decide qué entrenador escoger.  Cada vez queda menos de curso y será bueno tomar decisiones en verano.