El Esfuerzo, la Efectividad y la Oportunidad
Me resulta muy difícil escribir una reflexión sobre este partido del Athletic Club que perdió por 3-2 en el Wanda Metropolitano ante el Atlético de Madrid, tras ir siempre en ventaja, luego empatado y finalmente vencido.
Me siento contenta porque el equipo respondió a los anuncios clasificados de la columna anterior en ElDesmarque. Esa tarde de sábado 9 de noviembre demostró actitud de juego, llegó al gol y ese abrazo sentido de Iker Muniain con Eduardo Berizzo tras el segundo gol (brillante asistencia en profundidad a Iñaki Williams) demostró que en este partido hubo piña entre equipo y cuerpo técnico.
Me siento decepcionada por haber contado con Raúl García en el campo, que él haya sido uno de los tres cambios. No es un tema de profesionalidad ni de entrega: es un tema de timing y de oportunidad, y a la hemeroteca me remito.
Cada vez que él ha jugado con el Athletic contra su ex equipo: el Atlético de Madrid, en esas ocasiones no ha hecho nada bueno para el Athletic. Bien porque se mostraba ausente, lento o a destiempo del juego y siempre sensibilizado tras los homenajes atléticos de los que ha sido objeto antes de cada partido entre Atlético y Athletic, tal como sucedió en esta ocasión.
De hecho, el último gol del Atlético no lo validó el VAR: lo validó Raúl García parado al lado de la línea de meta, con lo que habilitaba a Diego Godín, el autor del último gol colchonero.
Por lo demás, fue un partido vibrante. Excelsos Unai Núñez y el regresado Beñat, magníficos los dos goles de Iñaki Williams. El equipo mostró una actitud de juego como hacía jornadas no tenía ni ejercía. No pudo ser.
Siento que el Athletic hizo todo el esfuerzo, generó jugadas de campo y el Atlético se limitó a ser efectivo y mucho: tres llegadas que fueron tres goles que le bastaron para ganar con tan poco.
Hay quienes criticarán los cambios realizados por Berizzo. No estoy entre este grupo, salvo en el caso de Raúl García, porque soy muy de hemeroteca y de timing.
Se viene el Getafe la próxima jornada. Nos cogerá muy cerca, si no encima, de la zona del descenso. Entonces, si hemos logrado tener actitud de juego, gol y esta unión equipo-cuerpo técnico, creo que sólo nos queda rezar y pedir a San Mamés y a Begoña para que el milagro se apodere de todos nosotros.
Alejandra Herranz, periodista y blogger
@aleherranz