Un cañonazo de Infante corona al Portu en Las Llanas

Escasa potencia lumínica la de las torretas de Las Llanas. Distorsión cromática. De la blanca pureza a lo amarillento. Venganza de un otoño que se las prometía felices y ve cómo  a la vuelta de la esquina le aguarda el invierno. Acaso un anticipo de su crudeza fue, para la parroquia sestaorra, el disparo de nieve con el que Infante castigó  las redes de Barandiaran. Violento derechazo el suyo. Inigualable manera de aprovechar un balón muerto al borde del área tras rechazo de la zaga verdinegra. Arbeloa la había colgado a balón detenido. 

El zapatazo del virtuoso David se podía haber ido al séptimo cielo. Sin embargo, cuerpo encima, empeine total, la rompió como si el arquero del 'River' le debiera dinero. Nadie la vio. Los jarrilleros celebraron con júbilo el tanto que los ponía por delante en el precioso lunimoso. El 'River' agachó  en bloque la cabeza. Más que por hundimiento, por ese creer que el gol, minuto 39', no hacía justicia a lo visto hasta el momento. 

Tras la victoria que había sumado el 'Somo' ante el Santutxu, desde el sábado conocida, el Sestao afrontaba el choque con los mismos puntos que los de Muskiz, 34, a cuatro del 'Portu' ambos, un líder de 38 en cuya mano estaba quedarse a una lazada o despegarse mediante un asalto en toda regla del 'Fortín de la Alameda de Las Llanas'. Loza había anunciado que "saldremos a ganar". Etxebarrieta, otro tanto. Y cuando se da el caso de que ninguno es capaz de superar al otro, el empate entre gigantes nunca podrá ser considerado desdoro. 

Fue Infante. Fue el Portu. Pero podía haber sido Aitor Villar. El River. Mediavilla lo evitó. Para algo están los porteros. Jorge Mediavilla. Atento siempre el cántabro a las acometidas verdinegras que le llegaban en ataque posicional. Ezequiel Loza no daba margen al contraataque. De la elaboración hizo virtud el 'River'. Buen trato al balón. Juego pausado. Monteiro por la izquierda. El pequeño diablo Marcos Jimeno, por la derecha. Escurridizo cuando recibe en ventajosas aperturas. Oskar Martín es su referencia en el corazón del área. Aitor Villar le llega en ayuda. Y como Eneko Rubio permanece en el dique seco, Huidobro en la sala de máquinas. Huete por delante de los centrales. 

Huidobro. Huete. Dos haches. Muy altas. Como las de los Hornos que tanto le dieron a este bendito Sestao. A sus hijos. Y a esos otros que habitábamos Portugalete pero que tan bien educados fuimos en el colegio que los Altos Hornos pusieron en manos de los Hermanos de La Salle. De padres y abuelos nacidos en La Florida. Y en el Casco. Y en Santurtzi. Y en Barakaldo [Javi Clemente]. Y en la zona minera [Sarabia]. De tantos hombres como aquellos veníamos muchos de los que nos concitamos en el Municipal de Las Llanas a partir de las 17:30. Hora del comienzo del mejor partido de fútbol que en la margen izquierda se puede ver. 

Fútbol de categoría en un escenario descomunal. Tribuna llena. Preciosa general con vestigios del futuro. 1.701 almas. Cifras oficiales. Habrá que buscar hasta dar con esa oveja perdida y traerla al redil de este Desmarque que guarda a todos los equipos vizcaínos. A todos por igual. Aunque algunos, qué  le vamos a hacer, sean 'más iguales' que otros. Desiguales, más bien. Sestao y Portu se desmarcan por los muchos méritos contraídos en sus centenarias vidas. 1909an sortua Club Portugalete. 1916an, berriz, Ángel Castro jaun atseginak zuzentzen duen Sestao River Club maitagarria. 

Todo era era hermoso. Todo era bello. Tan solo las torretas, los focos y la luz que irradiaban, no estaban a la altura de un partido tan esperado, tan deseado, un encuentro  que, así el gusto más exigente, no defraudó a nadie. Y es que, una vez que el gentío había puesto lo suyo en el que era medio día de ayuda al Club, los futbolistas se entregaron al empeño desde el inicio. E incluso antes, cuando desde la tribuna se le pedía al local: "marquemos ese gol nuestro nada más salir"...

Parecía más el Sestao. Sobre un verde parcheado y carcomido, daba la impresión de querer intimidar a un 'Portu' que venía bien aprendido y estudiado. Clases intensivas de vídeo. Ezequiel Loza, 'forzado' por la baja del gigante Galder, su segundo delantero en un "sistema 1-4-4-2 hasta hoy innegociable", escenifica su particular 'revolución'. Que, básicamente, consiste en 'arrancar' al gigante Cubería de su posición de central derecho para, cuál habilidoso titiritero el mister de Santoña, irlo desplazando por los diversos casilleros del tablero verde que es el rectángulo de juego. 

Parte por delante de los centrales. Cual guardaespaldas de 'Txopi'. Medio centro, 'el alquimista de Candelario', que, a su vez, ve cómo Ukerdi Corres se sitúa por detrás de Bonilla, el jugador más adelantado del equipo jarrillero. Tal disposición, tal apuesta táctica, provoca todo tipo de comentarios. Y no ya en la afición gualdinegra, sino, en especial, en la local, que entiende que "Loza le está ganando la partida a Etxebarrieta". 

Un Cubería que, en una de éstas, se suma al ataque. Y arriba se queda, emparejado con Huete. No era un capricho, pues. Mikel Cubería parece la baza que el mister  del Portu se guardaba para solventar la ausencia de Galder. De 'medio centro' por delante de su defensa a convertirse en un 'segundo ariete'. De 'falso nueve' a 'media punta'. Desde lo intermedio hasta el centro exacto del terreno de juego. Qué barbaridad. Que locura. Lo de este hombre que, oh, casualidades, aterrizó en La Florida de la mano de Ibon Etxebarrieta (el técnico que se sienta en el banquillo del 'River') para, hace dos temporadas, ayudar al 'Portu' a meterse en puestos de play off: ¡todo fue naufragio en Loinaz!...

Del Santurtzi se le trajo. De San Jorge. Estadio en el que, uno al lado del otro, 'Cube' y Galder dominaban de manera abusiva el juego aéreo. Hoy, de la mano de su 'valedor', ambos se han convertido en 'armas  de destrucción masiva'. Dominan el juego aéreo. Y no le hacen ascos a la utilización de los pies. Sin Galder, Loza, desviándose de 'sus dos en ataque', y olvidándose por enésima vez de un Vicky que se estará preguntando: "¿qué habré hecho yo para merecer esta continúa suplencia?", metió dinamita a fin de que 'Txopi' y Ukerdi Corres 'estallaran' en ataque. 

Sestao estilista. Y además lleva el peso. Acarrea con gusto. Pero el cántaro no se rompe. Fútbol es fútbol. Y no cuento. Los goles no se merecen. Se materializan. Los ilumina el marcador. El 'rifle' Oskar Martín está en el 'disparadero'. Acaso las balas de su cargador sean hoy de fogueo. Buena fama le precede. También a  Infante. El fino y delicado David que exhibirá saña para batir a Barandiaran y permitir a su equipo llegar a la caseta por delante en un partido que se presumía crucial. 

En la segunda mitad, fotógrafos tan reputados como 'Monterrey' seguirán maldiciendo la luz de las torretas de Las Llanas por su merme con el paso de los años. Y por ese horrible color amarillo que no está a la altura de un espectáculo que en cualquier campo de Bizkaia querrían. Pero no. Sólo en Las Llanas. En La Florida, 'LED', cuando el Sestao le devuelva la visita a este Club Portugalete que a punto está de irse en el marcador tras espectacular contraataque en solitario de Arbeloa. Con la zurda. Mordido. Cruzado. Fuera. Y el que perdona...

Penalti en contra. El árbitro apreció mano. A falta de 'VAR', el 'AMBIGU' de Las Llanas no estaba autorizado. Le correspondía al 'rifle' Oskar Martín el lanzamiento. Pero Manteiro le robó  los galones. Maldita la hora. Horrible disparo el del 'ex' del Portu: a media altura y para nada escorado. Presa fácil el cuero de un portero que echó  por tierra eso de que "gato con guantes no caza": aguantó  el tipo y se dejó caer. Mediavilla seguía despertando admiraciones en lo denso de una tribuna que empezaba a mostrarse descreída del poderío de su equipo para, primero, igualar lo desigual, y, de seguido, ponerse por delante del Portu hasta el final y, así, terminar la jornada a ¡tan sólo  un punto del lider!...

El fallo de 'Monti' amortiguó el ímpetu del River y dotó de poso al fútbol de un Portu que, hasta el final del partido, ganaría en vertiginosas transiciones el área de Barandiaran. Por el flanco izquierdo en especial. A base de Arbeloa y el lateral Artabe, que le 'doblaba' a la 'Bestia' de Vitoria-Gasteiz. Faltó  el remate. La misma ausencia que castigó  la insistencia de un Sestao River que percutía por la izquierda, y que se esmeraba en filtrar balones al interior del área. Firmes los centrales, Neira y Moya. Cubería ya no estaba. Tampoco Infante. Etxebarrieta había agotado también sus cambios. El partido languidecía. Nada es eterno. Flaqueaban las fuerzas. El cansancio, nublando las ideas. 

Merecimientos aparte, y juego exquisito por momentos en ambos bandos, el 'Portu de Ezequiel' le había ganado la partida al 'Sestao de Ibon'. Los jugadores de Loza, a los de Etxebarrieta. Con 41 puntos, los de 'oro y hulla', más allá de sus números brutales, esgrimen una gesta que provoca frío en sus rivales: de los 17 partidos consumidos por el calendario, el Portu, en 13 de ellos, ha sido capaz de mantener....¡la portería a cero!...

La última 'hazaña perpetrada' por la cuadrilla de La Florida, ahí es nada, en el 'Monumental de Las Llanas', ante el segundo clasificado, el Sestao River, ¿les suena de algo este Club fundado al calor del fuego de los Altos Hornos?...H. H. Huete y Huidobro. Y de abuelos que dejaron piernas en piletas de ácido corrosivo. Y de padres que, tras conducir pequeñas locomotoras, perdieron la vida cruel junto al campo de La Florida.

En el nombre de todos ellos, Garai, Braceras, Beamurgia, Martinez, Etxebarria, Usandizaga, Unzueta...y tantos ídolos de la infancia anunciaron la llegada de Fernando San Cristóbal, masajista, enfermero, fisio, médico, psicólogo, amigo, mentor, fiel como nunca y nadie a unos colores como los verdinegros. Con él me topé hora y media antes del comienzo de la fiesta del fútbol. Palabras y abrazos. La mirada limpia. Corona el Pagasarri cinco veces por semana. Más de una vida ha salvado por su 'pericia' de 'socorrista', por su buen hacer. El tobillo y la rodilla de este cronista también pasaron por sus manos. 

Luego de tan feliz encuentro, quise compartir la dicha  con ese sestaorra, con ese 'Riverzale' 'exiliado' en Madrid llamado Jaime Ugarte. ¿Adónde fueron a dar las últimas palabras que desde su boca partieron por él, por Fernando San Cristobal?...Con mimo las guardé. Cariño derrochan aún en la madrugada. No encuentro una manera mejor de poner el bordón final a este 'escrito' que no pretendía ser una crónica de fútbol de hecho y al uso, el presunto relato imparcial y justo de uno de esos acontecimientos que deberían ser declarados 'bien de interés futbolístico del bueno, del de verdad'. Esto fue lo que sobre el 'eterno masajista' del Sestao-Sport-River me pidió Jaime Ugarte que les dijera a ustedes: "Un grande, ¡Don Fernando!!!