A vueltas con el pivote creativo del Athletic
Puede parecer precipitado y hasta “pelín” exagerado que en la jornada 11 de la presente temporada, catalogásemos al siguiente compromiso del Athletic Club como final. Quizá por un lado por las expectativas creadas con el equipo de Garitano, que cinco jornadas atrás se colocó en lo más alto de la clasificación, pero desde entonces los fríos datos son los que definen un 'de más a menos' contundente. Dos puntos de 15 posibles se antojaban como muy escaso bagaje para un equipo que quiera pelear por objetivos más ambiciosos a los de la temporada pasada.
Así que de nuevo tenemos que recurrir a la tan “manida” dinámica que tanto mencionamos los entrenadores, urgía cambiarla y poner un punto de inflexión que alejara de esos cuatro puntos que señalan el cuadro rojo de la clasificación. Y pasar así a zonas templadas que pudieran dar calma y aire al trabajo del equipo.
El juego del equipo que por otro lado no está siendo del todo regular
Si bien es cierto que más veces mantenido por el trabajo defensivo, que por la creación y acierto anotador a la hora de rematar los partidos. Y cuando los protagonistas defensivos (Yeray, Iñigo Martínez sobretodo) no están al 100% el equipo se resiente considerablemente.
Mucha rotación de jugadores por el centro del campo sin dar con un pivote creativo concreto y en zona de interiores Iker Muniain en teoría y en la pizarra escorado a banda derecha a veces y a izquierda otras, pero después siempre acabando por dentro solapándose (o estorbándose) con Raúl Garcia.
La referencia de ataque es la que se mantiene constante, con un Iñaki Williams participativo e incómodo para los rivales que conceden espacios a la espalda y a través de incorporaciones en contragolpes, pero previsible y sin continuidad cuando le toca jugar de espaldas a la portería rival y sin espacios amplios que ocupar.
En esa posición parece que Garitano definitivamente ha asumido que el “rol” de Aduriz debe empezar desde el banquillo, apareciendo en muchos partidos cuando están cuesta arriba y con horquillas de no más de entre 15- 20 minutos por lo que su aportación, salvo en el más que recordado remate de la primera jornada frente al FC Barcelona, está siendo escasa. Eso si, sigue batiendo cifras más que notables, en este caso consiguiendo frente al RCD Espanyol los 400 partidos con el Athletic.
Creo que también la lesión de Yuri Berchiche ha trastocado los argumentos ofensivos del equipo en las tres anteriores jornadas que ha tenido que estar apartado, que aún siendo un jugador de línea defensiva, hasta el momento de su lesión de hombro, era el jugador con mejor estadística de pase del equipo, cargándose muchas veces por su zona las salidas de balón.
Pero conscientes de la importancia de dar un giro a la dinámica del equipo, Gaizka sorprende con un 11 similar al planteado en el Wanda, salvo la entrada de Yeray por Unai Núñez pero con un considerable cambio táctico. Raul García como 9 en la punta de ataque, con Williams por la derecha y dándole la media punta a Muniain. Se encuentra la portería rival rápido y eso le da al Athletic efectividad y con tres remates con el mismo protagonista en todos, Muniain.
Lo de Iñigo Córdoba en el Athletic
Objetivo conseguido, tres nuevos puntos que den calma y aire al trabajo del equipo, poder mirar hacia delante y calma al temporal en una parroquia que por momentos parece más fraccionada que nunca.
Por cierto, a este respecto y desde mi punto de vista, totalmente reprochable los pitos y rumores contra Iñigo Córdoba sobre el césped. Pueden ser cuestionables todas las decisiones que se tomen desde el cuerpo técnico, pero una vez que uno de nuestros jugadores esté en el verde ha de ser apoyado y animado.
¿Somos diferentes, no? Y más aún con jugadores salidos de nuestra factoría, de Lezama, y con mucha trayectoria todavía por delante. Lo contrario sería tirar piedras a nuestro propio tejado.
Por Asier Elorriaga Burgueño, entrenador Nivel 3 y comentarista de Radio Popular en 'La Emoción del Bacalao'
