El Athletic sale de Ipurua mirando a Europa de muy lejos

Las opciones europeas del Athletic Club pasaban por tener un fuerte arranque en este retorno de LaLiga Santander. Pero tras el empate ante el Atlético de Madrid en San Mamés y el empate (2-2) ante la SD Eibar de este miércoles en Ipurua lo cierto es que la difícil meta de cazar al Valencia CF o, al paso que va, incluso al Villarreal CF, se está poniendo como hacer un 8.000 sin cuerdas ni oxígeno en pleno invierno en el Himalaya.

Si ya de por sí esta vuelta del fútbol con una pandemia tiene muchos condicionantes, súmenle los que suele aportar el equipo de Mendilibar en su casa. En un partido a “cara de perro“ estaba claro que rascar el premio de la jornada pasaba por morder en cada acción y por la eficacia en las áreas. Punto. Dar y no regalar. Se hicieron los dos goles que pedía el míster, pero se encajaron dos... y gracias.

Esta noche los de Gaizka Garitano han empezado bien, se han adelantado por medio de Raúl García, pero una pifia ha traído un claro retroceso que hizo sufrir antes del descanso. En la segunda parte quitando unos minutos ha caído en picado hasta la casi derrota final a través de un claro penalti de Dani García. Pero una milagrosa acción de Villalibre ha salvado otro punto, que no sirve de mucho en el objetivo de la campaña. Salvo que este sea ya tan solo acabar bien en tierra de nadie. Tras una pésima segunda mitad Kike González casi acaba con todo en el 96' de partido. Su tiro se fue fuera por centímetros.

Mismo sistema; Williams en el banquillo

Garitano cumplió su palabra. No hubo ocho cambios sino dos. Fiel a su libreto ve demasiado pronto rotar en exceso pese a la acumulación consecutiva de esfuerzos. El derioztarra tiene claro quiénes son sus espadachines de confianza. Hoy volvió a tirar de ellos, salvo Iñaki Williams, que esta vez no fue titular. En su lugar salió un fresco Gaizka Larrazabal. Unai López dejaba su plaza al más corpulento Mikel Vesga porque era un día de alerta antiaérea.

La puesta en escena fue una sucesión de gorrazos, pérdidas y búsqueda de las caídas y rechaces. El Athletic estuvo listo. En un saque de banda Yuri casi marca si no es por un paradón milagroso de Dmitrovic sobre la raya de gol, y en el 6' el de Zarautz provocaba un penalti por mano de Escalante que increíblemente necesitó del VAR. Raúl García lo anotaba tocando la base del poste. Su décimo gol en esta Liga. Como ante el Atlético los vizcaínos comenzaban por delante en el marcador.

Bien, pero Mendilibar no te deja especular. Simón voló para una gran intervención en un libre directo de Kote. Un aviso de que quedaba mili. De hecho en el 18' empataban por medio de Kike García tras un blando envite de Yeray, un mal despeje de Dani García y un error en la marca de Iñigo Martínez. No anda afortunada del todo la defensa en esas jugadas de momento.

Un empate que dio claramente el mando anímico a los locales que tampoco es que hicieran gran cosa. Si es que nadie brillaría en un primer tiempo infame, pero en el que los de Garitano acabaron peligrosamente metidos en su área en una sucesión de córners para Pedro León. Un ir de más a menos a velocidad supersónica.

Sale Iñaki Williams en el descanso, pero nada mejora

Algo había que hacer. En su primera acción Iñaki por lo menos sacudió a la zaga local con una buena carrera, pero la tónica de juego era muy pobre. El Athletic rifaba mucho la pelota aunque cuando Mendilibar fue expulsado (y van 11) por roja directa se empezó ya a tocar un poco más y a subir la posesión. La pega es que duró poco esa apuesta de calidad. Muniain desapareció en la banda, por dentro no la jugaba nadie... con lo que los guipuzcoanos volvieron a pasar a la carga con su (eficaz) monorritmo plom-plom.

Era mala señal que Unai Simón empezaba a aparecer demasiado mientras que la mayor parte de compañeros estaban difuminados como en medio de una neblina de Londres. El sopor invadía a los espectadores televisivos, al final a ver si era hasta bueno no poder ir al campo. Al menos si eres athleticzale, porque hubo momentos de verdadero despropósito en ese tramo del partido. Como en un agarrón de Dani García a Escalante que tras ver el VAR Prieto Iglesias apreció como penalti tras consultarlo en dos pantallas distintas.

Orellana lo transformaba en gol pese a que Simón la tocaba. Parecía la consumación del desastre que se veía venir, hasta que apareció... Asier Villalibre. El 'Búfalo' marcaba en el primer balón que tocaba con una aparición milagrosa. Le dio con la rodilla pero supo a gloria bendita ver entrar la pelota en la portería de Dmitrovic.

Hizo mucho más llevaderos los seis minutos de prolongación de un (perdón) coñazo de partido, y eso que ante la blandura de Vesga Kike González no nos mató de milagro también. Pudo anotar en el 96' tras un regalo impensable del centrocampista alavés. En fin, marchó fuera: 2-2 y gracias.

De las once jornadas que restaban por recuperar ya se han consumido dos. La tercera será este sábado en San Mamés frente al Real Betis. Un rival que llega con el entrenador, Rubi, jugándose el puesto. El partido, oh milagro, comenzará a las 17:00 horas. A los dos sólo les vale ganar.

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