Mikel Cuberia se despide del Portugalete, "Mi Familia"
Se veía venir. Y sin embargo, el periodista, atónito. Desconcertado le dejan las cosas que no tienen mucho sentido. Deportivamente hablando, ninguno. Como es el caso que nos ocupa. El adiós de Mikel Cubería Etxebarria. El 'portentoso' central que ha vestido la camiseta de 'oro y hulla' en las cuatro ultimas temporadas no seguirá jugando para el 'Portu'.
El capitán, baluarte en el centro de la zaga, mortífero de cabeza en la estrategia ofensiva, abandona La Florida. No por su deseo, ni por su voluntad, manda esa frase hecha tan dura que termina imponiéndose: "a la fuerza ahorcan".
Los que lo vieron bregar en aquel partido de ida frente al Castellón [play off 2017-2018] con Carlos Docando en el banquillo, no comprenden que aquel 'don' titánico que lo levantó sea el mismo que ha terminado ahogándolo en lodo. Y es que ahogo siente Cubería. En sus palabras de despedida se refleja una infinita tristeza. Melancolía en estado puro...
"En la tarde de un martes cualquiera de agosto se me ha comunicado por parte del nuevo Director Deportivo que estoy fuera".
El Club Portugalete comunica la no renovación de Mikel Cuberia .
Desde el Club te agradecemos todo el trabajo y compromiso demostrados en estos más de tres años defendiendo nuestros colores y donde has portado con orgullo el brazalete de capitán.
Zorte on! pic.twitter.com/ojJpuyc2km— Club Portugalete 1909⚽ (@clubportugalete) August 11, 2020
"Fuera" dice. Como el que se ve obligado a desalojar la 'casa de mi padre' de la que hablaba Gabriel Aresti. Por la puerta de atrás, no, sin embargo. Sale a la escalera y divulga su proclama a la gente que lo arropa en su despedida...
"Ha llegado el momento de deciros hasta siempre...y no de la manera que me habría gustado". Hasta siempre al Portugalete, "mi familia", esa que "después de tres años [y el tramo final de la temporada de su estreno] ha conseguido por méritos propios el ascenso a Segunda B". "Un objetivo por el que tanto hemos peleado y que he podido defender como capitán".
Cubería sabe más del motivo de su 'Adiós al Portu' que este periodista que reconoce que no sabe nada más allá de su 'estupor de sabiduría'. Lo que sabe el futbolista sestaoarra, sin embargo, se lo calla; toca asumir que 'el silencio es el verdadero lenguaje de su alma'.
"No hay cabida a los reproches" porque "podrían disfrazar el sentido de mi mensaje". Se decanta por empapar "de cariño mis palabras hacia la afición". Grada de La Florida que "he sentido muy cerca en las buenas...y aún más cerca en las malas". Cercanía extrema. Más cerca, imposible: ¡en el bolsillo se la metió ya de primeras!. Y aún así, como si el peso de carga tan descomunal no le pesara: "Titán" le llaman sus compañeros por ser capaz de exhibir tanto poderío.
Titán bondadoso por recuperar la imagen de 'Mikelontxon', el niño milagroso capaz de sobrevolar la Noble Villa con su capa de héroe de cómic y sus 'gafas virales'. "Tu ejemplo me marcará para toda la vida", le dice al chaval que tomó la sabia decisión de cambiar el 'valle de lágrimas' por un 'cielo' espacioso en el que no cabe el dolor. Va más allá Cubería, quiere hacerlo, lo necesita, convencido de que 'Mikelontxon' le escucha, "persona que apenas conoces y te inyecta positividad, y te acaricia el alma". Casi nada. O sea, todo, la 'teoría del todo'.
El Club Portugalete pierde, se deshace, se desprende, tira por la borda el 'lastre' de un futbolista extraordinario. En cambio, el 'Portu' 'ficha' a "un gualdinegro que os animará donde quiera que estemos". No dice 'estéis', "estemos" dice: sentido de pertenencia que provoca escalofrío.
Caracol que se lleva a cuestas el vestuario en el que se vestía, donde se duchaba, escenario de las últimas fotografías de las mañanas de gloria, como aquella última, postrera, en la que esgrimió su sonrisa tierna y descarnada de seguido a encaramarse el equipo a la cabeza de la tabla clasificatoria. Gigante inmerso en la manada "de mis compañeros". ¿Qué decir de ellos, verdad, 'Cube'?
"Me quedo con todas las amistades que he podido hacer estos tres años" [y el pico de su primera temporada, cuando recaló en La Florida procedente de San Jorge para echarle una mano a Ibon Etxebarrieta en su proyecto fallido]. "Esa es, sin duda, mi mayor victoria". Hermano, amor; fútbol, amigo.
"Sentimiento gualdinegro, sentimiento de pasión". 'Lo más terrible se aprende enseguida', dicen. "AUPA PORTU". Dos corazones negros, otros tantos, amarillos. O sea, eso tan hermoso que a Mikel Cubería Etxebarria le ha costado la vida.
!!Qué pena me da!!. Ha logrado que el Club suba de categoría. El que tiene categoría es él:grande no, grandísima por su forma de actuar y de despedirse, con la cabeza bien alta. Aupa Mikel Cubería. Un aplauso para tí y para Kuitxi.