El Athletic de Marcelino recupera su memoria
"Se nos rompió el amor de tanto usarlo". Cantaba la 'folclórica' Rocío Jurado. Acertada, bonita metáfora la del amor excesivo que termina haciéndose añicos. Apropiada porque casa perfectamente con el meollo de las declaraciones de Marcelino en la sala de prensa 'Jose Iragorri' tras una victoria fruto del mejor 'cosechero Athletic Club'.
"Se nos olvidó ganar". Por qué, Marcelino. "Las finales nos condicionaron en exceso en todos los órdenes". "Toda nuestra atención se fijó ahí". Ni que lo digas. Probar la flotabilidad de la Gabarra era lo más parecido a vender la piel del oso antes de cazarlo. "Después de un tiempo parecía que todo iba ahí". "En todos los órdenes", ya se ha dicho. Atencion desviada. Cuando el fútbol pierde su memoria. "Se nos olvidó ganar". Antes y después. Y en medio, batacazo cruel.
Dos muertes. Terrible la 'primera'. Jugadores "tocados". El Athletic vestía de luto en sus comparecencias. Plañideras en el graderío del Benito Villamarin. Algo había que hacer para recuperar la alegría. Un golpe de autoestima retándole a vida o muerte al Atlético de Madrid de Simeone que nos 'despistó' esa Europa League a la que Marcelo Bielsa tanto brillo le había sacado en el 'Teatro de los Sueños'.
Respetando los tiempos que el luto exige, la obligación del Athletic era y sigue siendo "rendir al máximo nivel por nuestra afición, que también sufrió mucho". Ocho partidos por delante. Se trataba, y se trata, de darle continuidad al "gran reto de mantener el nivel alto" para "competir siempre" con la clara meta de que este Athletic se vaya haciendo grande a fin de que en el próximo ejercicio, libre de obsesiones megalómanas, sea, por fin, "ese equipo que juegue tal y como su afición de él disfruta" en sus mejores sueños. Marcelino.
Jugadores. Afición. Trilogía que el cronista condensa aprovechando que la 'Memoria de ganar' pasaba por la Ría a eso de las nueve y pico de la noche del último domingo de Abril de 2021.
En los mentideros de la villa jarrillera todo era desidia en torno al Athletic. "Nada en juego". ¿Cómo? "Los futbolistas se dejarán ir como en pasadas temporadas". En la Catedral. Cita para enamorados. Creyentes. Échense a un lado aquellos que en el 'once revolucionario' que presenta Marcelino crean ver la entrega de las llaves de la Villa. Hay que confiar. Porque siempre hay un primer momento para todo. Como un inicio de LaLiga Santander. Como la presentación en sociedad de un equipo cuyo autor rehuye bromeando los condicionantes de este juego: "Si, si, si, si... ¡sidriña!"
En juego, la liga para el Atletico, y para el Athletic, la Historia. Marcelino y su ambición. A ofertas necias, únicamente oídos para el Athletic. Suenan rumores, "solo tengo ojos para ti". ¿No te das cuenta? ¿No lo has notado? ¿Acaso consideras que es moco de pavo el trabajo de orfebrería invertido para marcarle al cotizado Oblak el primer gol del partido? Qué Maravilla. ¿Quién decía que este Athletic de Marcelino no sabia interpretar el contraataque? Sancet, Berenguer, Capa, Berenguer.
Qué maravilla. Un regalo para los sentidos de esta afición tan sufrida. El mismo, también, para un equipo remozado, rejuvenecido, Sancet soltándose el pelo, "ha jugado su mejor partido conmigo". En el bote. En el bolsillo. Con campo para correr, el navarro exige cetro en el día de su 21 cumpleaños. "Oscar" le llaman en la tele. Qué más da, Ohian. Los árboles colchoneros les impiden ver la selva que tú eres.
Siempre hay un primer momento para todo. Para mostrar las grandes virtudes que atesoras. Ya era hora de aprovechar de principio a fin esta gran oportunidad que te ha dado Marcelino. Genial, Sancet, "Inmenso partido el que ha hecho 'Oscar". Y se quedan tan anchos luego de desfigurar la personalidad de un muchacho cuyo segundo apellido es Tirapu. Como el de Fernando, Fernando Tirapu, Athleticen jokalari ohia, 2018ko Uztailak 28 zendua: Goian bego Iruñeko lehoia!
Ladran, señal de que el Athletic ruge. Acusan a los leones de abusar de las faltas y poner en práctica malas artes. ¡Son zarpazos, señoras y señores! Ba zen garaia! Aspaldiko! Por fin. Más faltas que el rival. Más rápidos. Más osados. Y lo que mueve a orgullo: ¡más virtuosos! Porque jugarle de tú a tú al 'Millonarios' colchonero tiene que doler. En carne ajena. La liga se les va. Alarma mediática. Rebelión en la 'Granja' de los Leones.
Fútbol vertical. Arriesgado porque cuando las florituras se tiran por dentro, la pérdida es agobio latente. El Atlético, que de tantos errores en el pase se alimenta, no se ve capaz. Espectáculo atractivo. Todo es ir y venir. Se le dio cuerda al invento y ya no hay quien lo pare. Éste es, sí. Éste es, por fin. Si Marcelino necesita que sus oídos sean regalados, ¡Este es el Athletic que la afición quiere ver! ¡Del que se siente orgulloso! Tan solo un pero. Exhibición tal no habría de salirle gratis a San Mamés...
Al mediodía, conversando en Portu con su aita. Qué sabíamos nosotros. Confianza total en su presencia y prestaciones. Del azar. De la suerte mala. De eso que sucede de la manera más tonta. Cuando lo vi en el verde luego del encontronazo, su aita en mi memoria. Dolido como él, y como yo. Ander Capa, fiero león donde los haya, abandona el verde con su pierna derecha flotando. La rodilla es un laberinto tan intrincado como el cerebro.
Cuando algo se tuerce, todo es susceptible de resultar averiado. Pongámonos en lo mejor, en lo menos malo, que las muestras de dolor son inversamente proporcionales al daño causado. Andaba como un tiro el jarrillero. Él le había puesto la pelota en bandeja a Berenguer para que el Pitxitxi del equipo goleara, cabezazo en plancha, al prestigioso arquero esloveno. Fin del primer acto.
Primoroso Athletic en el que se doctoran Nuñez, Balenziaga, Morcillo, Villalibre, ¡bravo, Ohian Sancet!; y de Vencedor, qué le importa a la gente si su alto nivel futbolístico a nadie sorprende.
Recula el Athletic en la segunda mitad. Mala espina. Defender al borde del área propia es invitación a una ronda constante. Cuadro de luces. Cerco sin mérito. Pero el peligro se acentúa. Sale veloz Morcillo. Caballo desbocado. Villalibre. Sancet en el segundo palo. Podría haberse detenido. Balón en sus pies. Vaselina y el segundo gol a la cazuela. Optó por el disparo violento y el cuero se perdió rozando, casi, el travesaño. Se podría haber cerrado el partido.
Siguiendo abierto, esa pregunta que nadie quiere hacerse y a la que tanto se teme: ¿A quién le tocará errar de manera burda para que desde esta victoria tan gozosa se pase al enésimo empate? ¡Era todo tan bonito! El partido soñado. La victoria perfecta. Estrategia. Envío a pierna cambiada. No era para él ese balón.
Con haber permanecido clavado debajo del larguero, suficiente. Decidió salir. Pero no en busca de la pelota. En tierra de nadie. En evidencia. A por uvas. Con el molde se quedó. Sin portero en la portería, el cabezazo del central Stefan Savic removió la red, sacudiendo la conciencia de un portero que debería preguntarse: "¿Por qué hago estas cosas tan extrañas?".
El empate era un resultado obsceno. Fijar la vista en el luminoso hacia daño. Quince minutos por delante. Eso es: que le diera al Athletic 'el cuarto de hora'. Qué frase tan rara. Quién la inventó. Qué querrá decir. Para qué preguntar cuando la respuesta no se espera. Había una trama perfectamente urdida.
Entre Ibai e Iñigo. Gómez y Martínez 'sociedad limitada' al rescate del Athletic. Ocupó el 'kaiser' de Ondarroa su lugar. Discreto. Sin alardes. Ibai Gómez golpeó como en sus días de gloria. Y cuando el balón iniciaba su descenso a plomo, Iñigo Martínez se elevó con la potencia y coordinación de un jugador de 'voley'. Su cabeza fue. Mano. Puño. Como un mazazo.
Jan Oblak agitó sus brazos como en saludo romano. "Agur bero bat, Iñigo: Simeoneren atezaina naizen aldetik, ontzat ematen dut zure taldeari urrezko balioa duen eskeintzen diozun gola". Y fue así que el Athletic de Marcelino recuperó su memoria. De luto aún. Ganar es la mejor medicina contra las enfermedades que dañan el cuerpo y ensucian la mente.
O será flor de un día
Marcelino sigue revolucionando sin jerarquías, varía los sistemas, juega con la táctica no te garitanices
Enhorabuena campeones. Siempre así. ! Aúpa Athletic!.