Fin de etapa en el Athletic

Se acabó lo que se daba para el Athletic Club. LaLiga Santander 2021-22 terminó su andadura días atrás en Sevilla, tras dejar un regusto agridulce en la numerosa y fiel parroquia rojiblanca, habiendo acariciado hasta el último instante la clasificación para Europa y con la sensación de que solamente ha faltado un pellizco de muchas cosas –suerte, concentración, madurez, gol…- para haber alcanzado ese objetivo.

En aras de hacer una valoración global de esta pasada campaña no voy a entrar en datos estadísticos, objetivos, que están al alcance de todos en cualquier motor de búsqueda, ni a personalizar actuaciones más o menos acertadas, pues todos los athleticzales las tenemos en mente, y lo único que podría generar es discrepancia o incluso polémica.

Me atendré tan solo a las sensaciones que me vienen a la cabeza cuando hago un repaso rápido de la temporada, sin bajar al detalle.

Solidez. Es indudable que un número considerable de puntos se han obtenido por la fortaleza defensiva del equipo. No olvidemos que en un tercio de los partidos disputados, hemos mantenido la portería a cero. No obstante este guarismo, positivo por sí solo, se ha visto neutralizado por el hecho de que en más ocasiones aún también hemos quedado inéditos de cara a la puerta contraria.

Intensidad. Me queda la idea de que este año el equipo ha sido, en muchas ocasiones, intenso en su presión y muy generoso en el derroche físico, lo que ha propiciado que realizase sus mejores encuentros –no traducido en puntos- frente a esos equipos “de arriba” que teóricamente intentan jugar al fútbol de creación iniciando desde atrás, y a la vez dejando más espacios libres.

Madurez. En el debe de este grupo tengo que apuntar el déficit de concentración y oficio que ha demostrado más veces de las que nos gustaría, encajando demasiados goles en los primeros compases del encuentro, o no siendo capaces de conservar un resultado favorable en los tramos finales.

Definición. Para mi, sin duda alguna, el gran caballo de batalla del Athletic esta temporada.

Han sido demasiadas las ocasiones en las que nuestros jugadores han generado, con fútbol rápido y casi siempre por banda, oportunidades muy claras de gol, frustradas por la falta de un ariete puro y resucitando en gradas y televisores el fantasma de la “Adurizdependencia”. Si a ello sumamos que algunos futbolistas que se mueven por zona de ataque, bien sea por falta de acierto, lesiones, etc... tampoco han estado finos como otros años…

Competencia. Ya para rematar este rápido repaso, no debemos obviar el hecho de que esta temporada la clasificación europea ha estado muy cara por la calidad de las plantillas rivales. En las anteriores cinco o seis campañas, 55 puntos te aseguraban el billete a Europa la temporada siguiente. En esta, no.

Con todo, y por sacar en algo la cara al ya exentrenador Marcelino –casi siempre el objetivo prioritario a la hora de adjudicar errores-, no creo que el octavo puesto en esta Liga Santander sea un fracaso estrepitoso, si tenemos en cuenta quiénes somos y la plantilla con la que hemos contado. Y espero que no se me acuse de falta de ambición, que no es el caso, sino tal vez de exceso de realismo.

Nueva Junta Directiva, nuevo míster, nuevos Estatutos, casi con seguridad nuevo Director Deportivo y staff técnicos… en resumen, una nueva etapa que seguro afrontaremos todos con la misma ilusión y entusiasmo que todas las anteriores. ¡Como no puede ser menos, si tenemos en cuenta que el hecho de ser hincha del Athletic implica llevar esta camiseta cosida al corazón!

· Por Carmelo Rodrigo, contertulio de Onda Cero y Desmarcado