(0-3) Adiós doloroso al ascenso directo

El Cádiz saltó al campo dando sensación de superioridad. Durante los primeros minutos logró embotellar al Castilla en su campo, quitándole el balón y obligándole a meter balones en largo que ganaba la zaga cadista. Parecían tener bien aprendida la lección de cómo jugarle a los merengues, pero un error en el minuto 16 provocó el tanto de Joselu que recogía un pase perfecto de Mandi entre los dos centrales para batir en el uno contra uno a Aulestia. Un jarro de agua fría en toda regla que se vio intensificado por dos jugadas polémicas, la primera por un penalti de Baquero a Morata no señalado, algo similar a lo que sucedió en el 29' con unas claras manos de Iván en un cabezazo de Ikechi. El colegiado no vio nada en ninguna de las dos acciones.
Aunque el Cádiz intentaba dominar y llegar al área rival, los nervios parecía que le jugaban una mala pasada. Además una pérdida de balón de Camille provocó un centro de Carvajal que Joselu aprovechó de tacón para poner el 0-2 en el minuto 32. Los amarillos se convirtieron en un manojo de nervios que corría como pollo sin cabeza, lo que provocó la desesperación generalizada del equipo que deseaba que llegara el descanso para recomponer el juego ineficaz de la primera parte.
No era desde luego la tarde de los amarillos. En la reanudación se intentó variar la imagen, pero no había manera de perforar la portería de Jaime. Óscar Pérez y Ferreiro la tuvieron en dos ocasiones consecutivas que se marcharon fuera por poco con la participación del guardameta madridista. Avanzaban los minutos con un Cádiz que buscaba acortar distancias, y un Castilla cómodo a la contra. Precisamente al contragolpe iba a llegar la sentencia de los blancos con una jugada de Juanfran que deja pasar Joselu y Morata poner a placer el 0-3. El daño pudo ser mayor con un libre indirecto dentro del área que dio en barrera. Esto deja un resultado casi decisivo que casi obliga a los cadistas a pensar en la segunda eliminatoria, aunque el fútbol es fútbol...