El Cádiz recuperó el bastón de mando

El Cádiz se había dejado el balón en el Carlos Tartiere. Desde entonces los amarillos habían perdido el control sobre lo que ocurría en los encuentros. Siempre iban a remolque del rival. No se hilvanaban jugadas y el medio del campo había perdido protagonismo.Ya ante el Hércules en Alicante los amarillos parecieron recuperar la esencia en la segunda mitad. Este domingo en Carranza, por momentos, apareció el Cádiz de toda la temporada y como no, el de toda la historia, manteniendo el suspense hasta el final.

Aunque la polémica ha salpicado el encuentro con ese penalti antes del descanso que obviamente marcó el partido, sería tan injusto olvidarse del penalti como de las cosas buenas hechas por los amarillos este domingo. El equipo realizó ante el Hércules uno de los mejores partidos de todos los que se llevan disputado en esta fase de ascenso. Hoy los de Claudio si supieron cuándo tener la bola, cuándo sufrir o contragolpear. Manejaron los tiempos y supieron leer el juego. Aquí los bastones que sustentaron al equipo en la cita más importante de la temporada.
El 4-2-3-1, el sistema: Claudio salió con un mediapunta y el equipo se reencontró a sí mismo. Más espacios para el delantero y más ayudas para los centrocampistas. Esta vez los amarillos sí tuvieron presencia en la zona ancha del campo. Machado bajaba, daba salida al balón y comandaba los ataques amarillos. Su trabajo lo agradecían todos, sobre todo Garrido y un Espinosa que cuajó un gran partido aprovechando la reválida que le había ofrecido Claudio. Villar y Márquez tambén se vieron más liberados con el granadino en la media punta. Tenían un socio más para elaborar jugadas.
Jona: Hay partidos donde el hispano – hondureño solo aparece cuando marca el gol, pero en este encuentro no fue el caso. El delantero se fajó de lo lindo con los centrales. Bajaba a recibir, caía a banda y lanzaba las contras del equipo. El delantero se encuentra mucho más cómodo cuando tiene el ataque entero para él. Este domingo se liberó, creo todo tipo de espacios y no ceso en tirar desmarques desde el minuto uno de partido. En la segunda parte pidió el cambio, normal, el esfuerzo había sido descomunal. El gol de penalti puso la guinda a uno de los mejores partidos de la temporada del hispano-hondureño.
El reloj volvió a funcionar: Espinosa no había estado muy acertado hasta la fecha, también es cierto que en Carranza ante el Oviedo se vio desbordado por tres medios de otra categoría y sin las ayudas que hoy tenía de Machado. El centrocampista estuvo más participativo, manejo al equipo cuando el partido lo pedía. Fue clave para que el Cádiz controlara el encuentro hasta adelantarse en el marcador. Tras el gol, le tocaba al Hércules llevar la manija. Fue ahí cuando los amarillos dejaron el dominio para ponerse el disfraz de 'contragolpeador'.
Lo peor, las fragilidades en defensa durante gran parte del partido, excepto al final, donde sí se supo sufrir. La defensa apretó los dientes y consiguió pasar el trance no sin algún susto visitante. Otro de los 'peros' fue lo justo que los futbolistas llegaron al final. Machado y Jona pidieron el cambio y alguno que otro llegó 'rozando pata' al templo. El esfuerzo fue grande en la primera mitad, pero lo mismo sucederá en San Mamés y en la vuelta en Carranza. El Cádiz tiene que solucionar la eliminatoria en los 180 minutos. Jugársela en el tiempo extra o en un posible prórrroga sería una moneda al aire.