Aunque sea ley de vida, no te vayas todavía
Hay días en rojo en el calendario y uno de ellos es el día que Antonio Martín presenta su obra a los gaditanos. Y en los días grandes siempre pasan cosas extraordinarias. Martín volvía a enamorarse de Cádiz por quincuagésima vez y otro chirigotón de Sevilla aparecía por segunda vez consecutiva. Decía Antonio en su popurrí que el Carnaval siempre tiene que ser Cádiz. Antes, los jóvenes sevillanos le daban la razón al viejo coplero con una chirigota graciosa y sencilla, como las de toda la vida, como las del Cádiz que Martín defiende.
Así da gusto morirse. 'No te vayas todavía' trae a la tablas el sueño de más de un carnavaler@. Un velatorio en las mismas tablas del Falla. En realidad, Manuel -aunque murió joven- es un hombre con suerte. Pedazo de chirigota esta que llega de San José de la Rinconada. El grupo sevillano es una de esas chirigotas de las que antes solían aparecer por Cádiz. Sencilla, con muchos golpes al tipo y muy bien interpretada. Mucho arte desde que se abren las cortinas en una presentación genial. Se la juegan en los pasodobles. Pocos se atreven a llevar piezas integras de humor en esta parte del repertorio. Lo hacen en el primero y lo logran de maravilla. Gran tanda de cuplé. Sobre todo el segundo con un remate sobresaliente. Enorme el estribillo. El popurrí no es más que la confirmación de que estamos ante otra de las sorpresas de lo que llevamos de concurso. De nuevo desde Sevilla. Se merecen el pase a cuartos y quién sabe si algo más. Con estos chavales la misma cantinela de siempre...Imaginen que el apellido del autor de este repertorio es uno de los consagrados...Pues eso.
Y por último llegó la comparsa de Antonio Martín. Si hay un hombre camaleón en esto del Carnaval ese es Antoñito. Cumple cincuenta años en la fiesta y siempre supo amoldarse a lo que pedían los tiempos. Martín lo que nunca cambió fue el contenido. Cádiz, Cádiz y Cádiz. Eso es así y será así para siempre. Y esta vez no fue menos. Martín aparecía con parte de su grupo de 'Soplos de Vida'; Mcgregor, Caracol, Catalino...Pareció en un principio que estábamos ante una de las comparsas clásicas del autor, y no nos equivocábamos, pero a la vez estábamos ante una de sus presentaciones más atípicas. El autor trae el Carnaval de antes y el de ahora. Lo que él fue y ha sido durante los años. Martín nunca se vistió de Bienvenido, pero sí dejó el canasto de mimbre a un lado...Antonio trae este año una presentación defendiendo el Carnaval de siempre usando los medios del Carnaval de ahora. El autor hace que Mcgregor y compañía gasten bromas cantadas en la presentación en una disputa con los comparsistas modernos. Una contradicción del genio que trae en esta comparsa todo un muestrario de su recorrido. El antes, el ahora y Cádiz. Los pasodobles sonaban al Martín de siempre con la innovación de las leyendas del autor iniciando la copla para que los jóvenes siguieran. La idea es buena. Cuplés y estribillos bajarón el listón. Y el popurrí fue un despliegue de voces de hoy y de ayer, donde Antonio Martín volvió a dejar patente su gaditanismo. Idea original como extravagante para lo que siempre se espera de este autor, pero con cincuenta años en el sombrero, quizás habrá que hacer por desgranar lo que el viejo de San Vicente ha querido decir.
También pasaron por el Falla el coro 'La Dinastía', la comparsa 'Los Don Nadie', el cuarteto 'Los Anónimos' y una buena comparsa que llegaba desde Sevilla. 'No me toques las bolas' de Jose Antonio Alvarado y Antonio Díaz. Estos sevillanos traían una bonita comparsa que emocionó en muchas partes de su repertorio. Abuelos que juegan a la petanca en su asociación, que cuentan lo que es y ha sido su vida mientras derrochan partes crítica durante la actuación. No sería raro verlos en la siguiente fase.