Luismi Quezada: ¿un lateral del perfil de Álvaro Cervera?
El Cádiz CF anunció en los últimos momentos del mercado de fichajes la incorporación de Luismi Quezada. El lateral llega para reforzar el lateral izquierdo, una de las posiciones en las que Álvaro Cervera ha insistido en reforzar. Tras rescindir su vinculación con el Real Madrid, ha recalado en el Ramón de Carranza para completar la línea defensiva. Pero, ¿cómo juega? ¿Es extremo o lateral? ¿Cuáles son sus virtudes? ¿Su perfil cuaja con la idea futbolística del entrenador? Lo analizamos.
Su mayor cualidad es la velocidad. Jugando al contragolpe es un futbolista que puede aportar, ya que es capaz de plantarse en campo rival rápidamente. Tiene cierta habilidad en el uno contra uno y en Segunda división B logró cifras significativas. En la temporada 17/18 logró seis goles y seis asistencias en 36 encuentros, aunque todos ellos fueron jugando como extremo. Aquella campaña empezó a alternar la posición con la de lateral, jugando siempre con largo recorrido.
Entre sus virtudes también se encuentra el golpeo de balón. En muchas ocasiones botó los balones parados y sacó provecho en los centros desde la banda. Tanto siendo lateral como extremo, Quezada siempre se emplea muy pegado a la cal. Desde ahí busca encarar en el uno contra uno y da amplitud a su equipo.
Luismi Quezada: graves errores de concepto como lateral
Por otra parte, en posición defensiva tiene graves lagunas a nivel táctico. Situaciones como las coberturas en segundo palo o mantener la coordinación con la línea defensiva en los fueras de juego aún no las tiene interiorizadas. Como jugador del Córdoba protagonizó más de un error de concepto que costaron ocasiones rivales y goles en contra. Jugando en defensa de cuatro tenía unas exigencias a nivel defensivo que nunca cumplió. Por otra parte, como carrilero en defensa de cinco logró cierta continuidad en el juego ofensivo del equipo. No obstante, su espalda siempre fue una ventaja que los extremos rivales explotaron con frecuencia.
Por ello, a priori cuesta ver que Luismi Quezada se adapte a lo que Álvaro Cervera requiere en un lateral. Jugando como extremo sí que tiene el perfil que el entrenador demanda: profundidad, desborde en el uno para uno y centros una vez pisa línea de fondo. No obstante, en esto del fútbol nunca se sabe. El técnico puede coger al futbolista, instruirle con su libreto táctico y convertirle en todo un defensor. Aunque, para ello, a ambos les queda mucho trabajo por delante.
