Un lema hecho tatuaje: el efecto terapéutico de 'La lucha no se negocia'
Si hay un lema intocable para el cadismo es aquello de "la lucha no se negocia", que tanto defiende Álvaro Cervera. Y ha llegado tan lejos que una cadista se lo ha tatuado en su brazo izquierdo para tenerlo siempre muy presente. Y, además, es una aficionada del Cádiz que no es gaditana, sino que es de la población segoviana del Real Sitio de San Ildefonso.
Irache cuenta su historia en ElDesmarque: "La historia empieza en mi trabajo. Llevaba una racha de mucha ansiedad mezclada con mucho estrés. Llevaba tiempo con la idea del tatuaje pero nunca me había decidido porque no encontraba nada que me representara al 200%".
"Después de un ataque de ansiedad me vino a la cabeza la frase de la lucha no se negocia. Poco a poco fui mejorando y cada vez que sentía que se venía el mundo encima, lo repetía. Lo repetí tanto que se convirtió en un mantra y ahí fue cuando decidí que me haría el tatuaje", explica.
Tuvo que luchar contra viento y marea porque "los tatuajes están fatal vistos en mi casa", pero se alegra de haber dado el paso: "Me ha ayudado esa frase más que cualquier consejo que mi familia me dijera. El 22 de enero ya lo tengo grabado a fuego. A las diez de mañana estaba sentada en la camilla sudando y sola pero con una emoción para toda la vida. A día de hoy no me arrepiento y lo volvería a hacer mil veces. Aunque me haya costado más de una regañina", dice entre risas.
Su relación con Cádiz le viene por su padre. "De mis 26 años, hemos veraneado unos 24 en Chiclana. Es un gran amante de Cádiz y conocí el Carnaval y al Cádiz CF por él. Cuando íbamos en el coche por Cádiz quería que nos pillara el semáforo en rojo para poder ver bien las letras del estadio Carranza".