Un punto que pudieron ser tres con justicia arbitral

Un punto en Mestalla es bueno porque enfrente siempre hay un gran rival. Pero pudo ser mejor para el Cádiz CF si el árbitro Díaz de Mera hubiera señalado un claro penalti sobre Rubén Sobrino en la segunda parte, en el que tampoco quiso intervenir Estrada Fernández desde la sala VOR.

El Cádiz saltó al campo con la personalidad habitual. El dominio del juego era de los amarillos y el Valencia sólo aparecía en el área de Ledesma jugando a la contra. Antes del primer cuarto de hora ya había dado muestras el equipo de Sergio de su capacidad para hacer daño con los desmarques de Negredo y de Lucas Pérez, la única novedad en el once.

En el Valencia eran muy incisivos Guedes y Bryan Gil y creaban problemas en las bandas o cuando caían al centro a base de calidad. El Cádiz estaba bien puesto en el campo y si el Valencia tomaba la iniciativa, sabía esperar bien en su campo.

Cuando se acercaba la media hora, ya al Cádiz le costaba mucho más tener el balón como en el arranque del choque. Alcaraz no aparecía tanto y la presión ordenada por Bordalás empezaba a hacer mella porque provocaba pérdidas en la medular cadista.

Los amarillos no aprovechaban las ocasiones en las que llegaba al área del Valencia. Centros imprecisos y malos pases frustraban buenas jugadas. El Valencia no creaba mucho peligro, pero Maxi Gómez cabeceó al larguero en el minuto 35. Pero el Cádiz también la tuvo por medio de Negredo, con un cabezazo excelso a centro de Lucas, pero Mamardashvili evitó el gol.

La segunda parte comenzó otra vez con el Cádiz mandón y con un buen disparo de Idrissi que fue detenido por el guardameta georgiano. En el primer periodo, el equipo de Sergio había tenido momentos de sufrimiento, pero en esos momentos parecía claro que a los amarillos no les valía el empate.

El partido se enmarañó con un juego muy bronco y se le birló un claro penalti sobre Rubén Sobrino por un clarísimo agarrón de Jesús Vázquez en el minuto 69. Una jornada más, el Cádiz se veía perjudicado por una decisión arbitral en la que el VAR no quiso entrar.

Llegó el choque al tramo final con todo abierto y con buenas llegadas del Cádiz en busca del gol. Ni siquiera en ese momento le entraron ganas de meterse atrás para mantener un punto que ya era valioso. Ya en los últimos minutos el equipo empezó a ser más impreciso de la cuenta y eso le daba opciones a un Valencia que era peligroso con sus centros laterales. Un punto que pudo ser una victoria de haber habido justicia arbitral.