Las falsas apariencias
Por José Ángel González
El Recreativo de esta temporada es un equipo plagado de falsas apariencias. Desde que comenzó a rodar el balón, allá por el mes de julio, el club ha vivido un sinfín de desilusiones que han acabado, por ahora, con el despido de Javi López, entrenador del Decano.
Las expectativas de pretemporada no se han cumplido y poco a poco se va escapando un año triste para el recreativismo en el que sufrió el descenso de Primera para después pulular sin más por Segunda.
En la temporada que vivimos, el cúmulo de apariencias nos puso en primera línea de salida para alcanzar la Primera División. Desde el inicio, el entrenador se presentó como el técnico ofensivo que devolvería el espectáculo al Nuevo Colombino. Juego de ataque, de toque, de entrada por bandas y de solidez sobre un terreno de juego del que, la verdad sea dicha, poco o nada se vio. La falsa expectativa acabó enterrando deportivamente a un entrenador que no pudo, no supo o no quiso llevar a efecto el juego ofensivo prometido.
La plantilla aparentó ser un grupo de calidad que, entre los que se quedaban de Primera y los incorporados de Segunda, prometía buenos resultados a base de buen juego. Y quienes presentaron a estos jugadores no dudaron en resaltarlos como los mejores laterales de la categoría, los mejores centrales, los mejores interiores, el mejor organizador, la mejor delantera… ¿y? Hasta el momento, una nueva falsa expectativa se cierne sobre el Recreativo, al que le hace falta que lo prometido se cumpla.
La gestión del club está cargada de falsas apariencias. Se vende dirección profesional (administrativa y técnica) donde sólo hay buena voluntad, palabras y empeño de un mini-grupo de recreativistas que llevan las riendas de un club que, para no salirse del guión, aparenta ser de la élite cuando está lleno de necesidades y déficits. En unos casos, la verborrea de algunos nos hace pensar que todo está bajo control y que siempre el nuevo proyecto será mejor que el anterior. En otros, se antepone el sentimiento como cualidad para dirigir al Recre y la apariencia se engaña, en este caso, hasta a sí misma.
De la falsa apariencia tampoco se escapa la afición, que entre defraudada y cansada de tragar tanto humo en esta temporada, comienza a parecerse a aquella de los escalones de hormigón.
Y ahora llega un nuevo entrenador que aparenta tener mano dura en el vestuario, aparenta estar comprometido y aparenta saber cómo sacar buenos resultados en Segunda División. Ojalá que la apariencia se torne de falsa a verdadera.
