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Andalucía Sin Límites

Álvaro Valera: seis metales paralímpicos y un camino de superación para encumbrar el tenis de mesa español

Periodista. De norte a sur pegada al balón.

Perseguir un sueño no es fácil para nadie y menos aún cuando la vida te pone algún obstáculo. A veces, estas piedras en el camino no son más que la excusa perfecta para superarse a uno mismo. Y si no, que se lo digan al palista sevillano Álvaro Valera. Este deportista ha sabido sobreponerse a la adversidad para firmar una trayectoria sobresaliente en el tenis de mesa adaptado convirtiéndose en el único campeón paralímpico español de esta disciplina. Su trayectoria es una verdadera historia de superación que merece la pena conocer aquí, en ElDesmarque.

Álvaro aprendió los valores del deporte desde bien pequeño en su hogar. "Todos practican deporte en casa y es lo que he mamado desde chiquitito". Aunque actualmente sea uno de los mayores exponentes en el tenis de mesa español, Valera probó suerte en el fútbol, el kárate o la hípica en sus inicios. "Con mi discapacidad, se me hacía muy difícil practicar deportes muy físicos, no podía correr y me faltaba musculatura. Cuando probé el tenis de mesa, me di cuenta de que era un deporte más técnico y, que a pesar de tener una desventaja importante, porque también es físico, si desarrollaba la técnica y otras habilidades podía competir contra otros niños de mi edad sin ninguna discapacidad que era mi objetivo".

Un camino de sacrificio

Álvaro Valera, en plena competición.

La polineuropatía de carácter neuromuscular degenerativo, que padece este palista sevillano desde que nació, le provoca que sus músculos pierdan fortaleza. Pero esto no ha sido ningún impedimento para que Valera cumpla su sueño en el deporte de élite paralímpico. Y de todo ello tiene una buena parte de culpa su padre, palista de tenis de mesa en su juventud. "Ha sido para mí una inspiración. Me fomentó los valores del deporte y fue mi mayor impulso en mis inicios. Al principio, en casa, compró una mesa para que yo aprendiera, la puso en el sótano de casa, se tiraba muchas horas enseñándome y así es como empecé a progresar muy rápido", relata el deportista andaluz.

Cuando Álvaro empezó a dar sus primeros pasos en esta disciplina ni siquiera se le pasó por la cabeza poder ser campeón del mundo, campeón paralímpico o representar a España... "Yo lo que quería era ser campeón de Sevilla y ganarle a los niños de mi edad en el colegio y en mi club. Cada vez los objetivos eran mayores y cuando empecé a estar entre la élite española en edades infantiles, pues me plantean la posibilidad del deporte paralímpico que yo no conocía, se abrió un horizonte para mí". "Pensé que si podía destacar jugando con niños sin discapacidad, imagínate jugando en igualdad de condiciones hasta dónde podría llegar...", reconoce Valera.

El deporte, como superación de uno mismo

Para Álvaro, el deporte es "uno de los mayores vehículos de superación personal para cualquier persona, tanto aquella que tiene una limitación física o discapacidad, como una persona sin ninguna discapacidad". En este mismo sentido, el sevillano añade que es "un estímulo que te ayuda a crecer, que te ayuda a forjar disciplina, carácter, superación personal y cuando es una persona con una discapacidad es aún mayor el estímulo de superación, de superar esas barreras... Gracias al deporte y a los valores te ayudan a convertirte en una persona mejor y más completa".

Álvaro Valera junto a algunos de sus metales cosechados durante su carrera.

A pesar de que el deporte sea su vida, Valera también ha encontrado barreras en este largo camino. "Cuando empecé, el deporte paralímpico era poco conocido, casi no había difusión, casi no había ayudas, era todo amateur". Y lo explica con un ejemplo de lo más claro. Para ello, hay que remontarse al año 2000. "Cuando quedé campeón paralímpico, que es el único oro paralímpico en la historia de España en mi deporte, recibí básicamente una enhorabuena y ánimos y poco más", asegura Álvaro.

No ha sido fácil, pero el deporte paralímpico se ha ido poco a poco profesionalizando. "Ahora hay un Plan ADO con sueldos y ayudas, hay difusión mediática, hay repercusión, todo el mundo nos conoce y nos respeta, y a nivel social, hay cada vez más inclusión", detalla el palista. "Cada vez más en los colegios se fomenta que todos los niños practiquen deporte juntos uniendo a los que puedan tener alguna limitación física con los que no. A día de hoy, vamos caminando en esa dirección en el deporte, y ya no sólo en este ámbito; a que las oportunidades en la vida sean para todos y romper barreras de discriminación para que cada vez sea un mundo un poco más justo, más equitativo e igualitario donde haya oportunidades para todos".

En su trayectoria, el sevillano destaca el trabajo de la Fundación Andalucía Olímpica. "Lleva muchos años luchando por aportar recursos a los deportistas andaluces, tanto paralímpicos como olímpicos, para que nos podamos preparar un poquito mejor y entrenar con mejores condiciones para rendir en la alta competición, lo cual cada vez es más difícil porque competimos con deportistas de otros países que tienen muchísimos recursos".

Un envidiable palmarés

El año de retraso en la celebración de los Juegos Paralímpicos de Tokio, debido a la pandemia del coronavirus, ha mermado el estado físico en el que Álvaro ha llegado a esta importante cita. "Para mí, ha sido una dificultad añadida a nivel deportivo sumado a los confinamientos y a los periodos de reclusión. La falta de actividad y el sedentarismo agravan bastante la patología que padezco y me influyen negativamente. La vuelta a la actividad ha supuesto mucha dificultad, me ha costado mucho reengancharme. Los confinamientos y, además, un año más edad y de desarrollo de mi enfermedad, han implicado que haya llegado a Tokio posiblemente en peores condiciones que si hubiera sido en 2020".

Álvaro Valera celebra su medalla de bronce en Tokio.

A pesar de ello, el sevillano pudo lograr medalla de bronce en la prueba por equipos, clase 6-7 junto a Jordi Morales. "Es cierto que la medalla puede tener un sabor agridulce porque en equipos el objetivo era llegar a la final y, al menos, asegurar esa plata. Pero es un aliciente para seguir trabajando porque tenemos ya París muy cerca, se nos ha acortado el plazo para el ciclo olímpico, soñando con superar ese bronce y traer un metal más valioso de París".

Álvaro Valera debutó en las Paralimpiadas de Sidney 2000 de la mejor forma posible: oro en la categoría individual 8 de tenis de mesa. "Fue algo muy especial, todavía siento ese cosquilleo en el estómago cuando lo recuerdo, es algo único, el sueño de todo deportista: escuchar el himno y subir al podio para colgarte una medalla de oro al cuello, es algo increíble y sigo soñando con repetirlo una vez más en mi trayectoria deportiva en una olimpiada".

Con seis metales olímpicos en su haber, entre otros logros deportivos, el palista ya está pensando en París 2024 no sin antes enviar un mensaje de lo más importante: "Animaría a todas las personas, jóvenes y también de cualquier edad a practicar deporte, a beneficiarse de todo lo que aporta a nuestra vida, ya no sólo el inmenso disfrute que implica hacer deporte y el beneficio para nuestro físico, sino que nos hace mejores personas. Superamos barreras y nos superamos a nosotros mismos y nos convertimos en una versión mejor de nosotros, y más felices y completos".

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