Jairo Ruiz, la superación infinita del primer medallista del paratriatlón español en unos Juegos

El desconocimiento y el miedo que pueden provocar el tener una discapacidad a la hora de practicar un deporte determinado no fueron ningún freno para el paratriatleta Jairo Ruiz (Almería, 1988). Con tesón y constancia, el andaluz tiene el honor de haber conseguido la primera medalla para España en el debut del triatlón como deporte paralímpico en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016. Un premio para un camino lleno de esfuerzo que ha querido compartir con ElDesmarque en una interesante charla.

Desde muy pequeño, la práctica deportiva estuvo muy presente en su día a día: taekwondo, ajedrez, natación... "Estuve muchos años nadando. Mis inicios en el deporte más en serio fue en el agua". Y fue precisamente en la piscina cuando empezó a familiarizarse con el triatlón. "Cuando yo terminaba de nadar, venía un grupo de triatletas aficionados a entrenar allí y me llamaba mucho la atención cómo combinaban las tres disciplinas deportivas, además el ciclismo me gustaba muchísimo y a raíz de ir viéndolos a ellos decidí probarlo".

Cuando el paratriatlón -modalidad adaptada del triatlón- prácticamente ni existía, este deportista decidió cambiar la natación por esta disciplina que combina la natación, el ciclismo y el atletismo. "Casi sin darte cuenta, conforme va avanzando el nivel de las pruebas y los resultados, acabas entendiendo que eres profesional del deporte porque no trabajas en nada más que eso".

El deporte como forma de integrarse

A Jairo la disciplina deportiva no sólo le ha servido para dedicarse a lo que realmente le gusta, sino que gracias a eso ha podido relacionarse con deportistas sin discapacidad. "Me hacía ver que yo era uno más. No me sentí en ningún momento el raro, el diferente". Su entorno, explica este almeriense, "siempre ha sido bueno" y "he estado rodeado de grandes profesionales que se tomaban las cosas con absoluta normalidad". "Adaptaban los entrenamientos si era necesario o me preguntaban si un tipo de ejercicio podía hacerlo o no. Algo tan sencillo como preguntarle a la persona, si puede hacerlo o no y cómo se puede adaptar, te ayuda a integrarte el resto del tiempo y no sólo en el deporte. Me ayuda tanto a mí como a mi entorno a tratar con gente con discapacidad fuera del mundo del deporte, cuando sales al supermercado, sales por la calle...", asevera Ruiz.

Desde que comenzó en el deporte adaptado, Jairo considera que las barreras con las que se ha encontrado principalmente son el desconocimiento y el miedo, tanto por su parte como por la parte de entrenadores y directivos de clubes. "Miedo a que pase algo malo, a tener un accidente o a hacerte daño". Tal y como él mismo detalla, "hablando se han solucionado estos inconvenientes". "Las primeras pruebas a las que iba me preguntaban si con una sola mano iba a poder ir en bici con el resto de la gente porque al solo tener una mano... Pensaban que podría ser peligroso o tener un accidente. Cuando les explico los entrenamientos que hago y cómo llevo la bici se dan cuenta de que no hay ningún problema de seguridad".

En ese camino hacia la inclusión, este andaluz ha podido competir al mismo nivel que deportistas sin ningún tipo de discapacidad. "Si puedo cumplir las normas igual que el resto no hay un motivo para no dejarme participar. La Federación Española de Triatlón no me puso ningún problema. Simplemente me dijo que en las pruebas de categoría absoluta había unas normas diferentes a las de las pruebas de paratriatlón, pero las cumplía y me clasificaba, no había ningún problema para que participara".

Un cambio a mejor, pero todavía queda mucho por hacer

En los últimos años, el deporte paralímpico ha avanzado a pasos agigantados entre otras cosas porque, tal y como explica Jairo Ruiz, "veníamos desde muy atrás". "Nos queda mucho camino por recorrer", asegura. Desde su experiencia, -lleva a este nivel de competición unos 10 años-, este periodo de tiempo no es tan extenso como para que la sociedad cambie demasiado. Sin embargo, ya hay federaciones que tienen integrado el deporte paralímpico dentro de la federación convencional. Algo que supone "un avance enorme". Las federaciones de triatlón, ciclismo y tenis de mesa son buenos ejemplos de ello. "Cuando yo empecé, esto era impensable. Las federaciones de deporte paralímpico estaban por un lado y las de deporte convencional por otro".

En su caso, cuando competía en natación, que no está integrado, lo hacía con la Federación Andaluza de Deportes de Discapacitados Físicos, que engloba a todos los deportes de personas con alguna discapacidad física. "Esto hace muy difícil que en esa federación haya una persona experta en cada uno de los deportes porque hay cientos de disciplinas", asevera Jairo.

Un bronce para allanar el camino de los que vienen detrás

El paratriatleta logró hacerse con la medalla de bronce en los Juegos Paralímpicos de Río en 2016. "A día de hoy es mi mayor logro deportivo, sobre todo porque fue la primera participación en los Juegos Paralímpicos". Ese primer metal de España en el recién estrenado paratriatlón supuso que "muchos más paratriatletas, que ya existían en España, pensaran que el paratriatlón podía ser uno modo de vida para ellos". Y para muestra, un botón: el equipo español en Tokio ha estado compuesto por siete deportistas, entre ellos Jairo, que han logrado cinco preseas, mientras que en Río fueron cuatro integrantes. "Ha sido un logro que, en parte, me gusta pensar que ha sido por esa visibilidad que consiguió mi medalla", asegura Jairo.

El año de retraso en la celebración de los Juegos de Tokio ha beneficiado al deportista almeriense. "Estaba lesionado a finales de febrero de 2020, cuando se desató toda la pandemia, tenía una lesión grave en una pierna y eso hacía que fuera casi imposible la preparación. El año que he tenido de más me ha venido muy bien y conseguí un nivel de forma mejor que el que tenia en 2020. Por desgracia, no salió ese día, pero el trabajo que hicimos durante el año salió".

Perseguir un sueño sin miedo

Si hay algo que Jairo Ruiz ha aprendido a valorar durante todo este tiempo es el empeño por lograr un objetivo. En su caso, una meta deportiva por la que cree que ha merecido la pena luchar y continuar haciéndolo. "He visto a muchos compañeros pasar por el CAR de Madrid, algunos de ellos dejaron el deporte de alto nivel, creo que ninguno de ellos -ni yo mismo- creían que ese tiempo dedicado al deporte en ningún caso fue una pérdida de tiempo". "Hay miles de personas practicando deporte e intentando competir al máximo nivel. En ningún momento se ve como un fracaso, todas las vivencias, los viajes, la gente que he conocido... muy difícilmente lo hubiera conseguido sin dedicarme en cuerpo y alma". Por ello, recomienda a los que empiezan en el mundillo "que si les gusta y ellos han tomado la decisión de probar y ver dónde llegan, que no tengan miedo, todo serán ganancias y se llevarán unas vivencias vitales que no podrán conseguir de ninguna otra manera".