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La final de la Champions League es uno de los partidos con mayor atractivo durante un año calendario. Es el evento a nivel de clubes más importante y este 1 de junio, el mundo del fútbol se pone de pie para recibir una final inglesa inédita en la edición 2018-2019 de este prestigioso torneo continental.
A pesar de que balanza de las apuestas se recuesta sobre el increíble Liverpool de Jurgen Kloop, lo sucedido en las series de semifinales nos demuestra que será un partido de mucho vértigo y respeto entre ambas plantillas. Un choque de estilos y filosofías de juego que se terminará definiendo por mínimos detalles.
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Como toda final, veremos a dos clubes de gran envergadura proponiendo una estrategia que les permita tomar el control. Sin embargo, en ambos banquillos tenemos a dos fantásticos entrenadores que buscarán contrarrestar los esfuerzos del rival.
Asimismo, es importante destacar que ambas plantillas cuentan con figuras individuales de gran calidad y ampliamente codiciadas por los clubes más grandes de Europa. Tanto Kloop como el argentino Mauricio Pochettino, dispondrán de todos sus arsenal para alcanzar el sueño de alzar la preciada “orejona”.
Por una parte tenemos a un Liverpool que busca borrar de su memoria la tercera coronación consecutiva del Real Madrid tras haberlos derrotado en una final poco habitual, donde los errores y acontecimientos mediáticos fueron los que definieron un resultado de 3-1 favorable al club “merengue”.
Es una espinita que tiene Klopp y que en esta oportunidad, querrá sacársela ante su rival local, el Tottenham de Harry Kane y compañía. Pero el choque de fuerzas no parece estar tan desequilibrado para muchos analistas de fútbol, a pesar del criterio de la mayoría que visualiza a un Liverpool campeón.
Tottenham demostró, al igual que el Liverpool, que no se rinden ante las adversidades, ambos le dieron la vuelta a resultados negativos en series de infarto en semifinales. Podría hablarse de hazañas deportivas que marcarán la historia de este torneo.
Por un lado Kane, Eriksen y Son, lideran un ataque letal respaldado por un juego de posesión y control de balón propuesto en el papel, mientras que Salah, Mané y Firmino, representan uno de los tridentes ofensivos más temibles de la actualidad, convirtiéndose en el arma goleadora de un equipo de estilo vertiginoso y sólido en defensa.
Por lo demostrado en la semifinal ante el Barcelona y la gran campaña realizada en la Premier League, da la impresión de que los Reds son invencibles y se posiciona en las apuestas como el equipo con mayores posibilidades de hacerse con el título.
Parece ser un equipo mucho mejor armado, con una estrategia más efectiva y consolidada entre los jugadores, además de contar con figuras de mayor renombre en todas las líneas de juego. La defensa del Liverpool, liderada por el defensa central holandés, Virgil Van Dijk, cuenta con elementos interesantes para el retroceso y la gestión de juego, con dos laterales explosivos y centrales de gran calidad. Un mediocampo de juego brusco y transiciones rápidas para favorecer a tres delanteros matadores.
Por su parte, el Tottenham se muestra por momentos, como un equipo endeble en defensa, quedan expuestos cuando el medio campo no engrana y delanteros de mucho potencial, pero que no podrán hacer mucho si las líneas de creación no cumplen con la labor de generar ataque.
Los pronósticos para esta final de la UEFA Champions League, indican que Klopp propondrá un ritmo arrollador para doblegar las pretensiones de control del equipo de Pochettino, es decir, la presión alta podría ser una alternativa viable para desarticular el juego bonito de Eriksen y Dele Alli. En este caso, si los Spurs no logran sacarse la presión del Liverpool, caerán en un ritmo de juego en el que quedarán expuestos.
Muchos consideran que la hipotética final del F.C Barcelona ante el Ajax de Amsterdam llevaba consigo un mayor atractivo para el espectáculo, sin embargo, es innegable el mérito de los verdaderos finalistas.
Hace mucho tiempo que no se veía una final de Champions integrada por siquiera un club inglés. Esto demuestra el resurgir de una Premier League que parecía estar fuera del nivel que exige la Champions. Y es que en los últimos años, todo el protagonismo en competiciones europeas, estaba siendo tomado por clubes españoles.
Entre el Real Madrid, F.C Barcelona, Atlético de Madrid y Sevilla, dejaron una huella profunda en la última década en Champions y Europa League. Ahora, la Premier promete una participación de clubes mucho más competitiva para pelear los torneos de mayor prestigio en el viejo continente.