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El equipo de Joan Peñarroya se impuso al Pianr Karsiyaka en la final de la Basketball Champions League, título que ganaron siete meses atrás frente a AEK Atenas. Por el camino, también se auparon con la Copa Intercontinental de la FIBA.
San Pablo Burgos se ha convertido hasta la fecha el equipo más exitoso del baloncesto español en la temporada 2020-21. Los castellanos suman dos títulos en lo que va de campaña tras revalidar este domingo el de la Basketball Champions League venciendo a Pinar Karsiyaka, unido a que en febrero sumaron la primera Copa Intercontinental de su palmarés tras vencer al Quimsa argentino.
El conjunto dirigido por Joan Peñarroya se ha ganado por derecho propio ser considerado como uno de los grandes milagros del baloncesto europeo cuando hace apenas cinco temporadas no tenían ni balones de baloncesto a su nombre y no estaban -ni se les esperaba- en la Liga ACB, donde actualmente jugarán los play-offs por segunda temporada consecutiva tras alcanzar el año pasado las semifinales. "Sois ADN de la Basketball Champions League y un ejemplo para todos", resume Patrick Cominos, CEO de la BCL.
El Burgos ha superado el mayor de los obstáculos esta temporada al no poder contar con su principal fortaleza, que son los 10.000 socios que antes de la pandemia abarrotaban las gradas del Coliseum día sí y día también. La palabra equipo resume a la perfección el talento de un club que ha sabido fichar a auténticas gangas del mercado y saber acoplarlas a un sistema perfectamente ejecutado por Joan Peñarroya. En el club, son perfectamente conscientes de que más pronto que tarde vendrán muchos a pescar a jugadores e incluso a su entrenador, pero albergan el sueño de conseguir mantener a una plantilla que mezcla veteranos y noveles con el MVP de la final de la BCL, Vitor Benite, como su principal estandarte aunque no el único.
Veteranos curtidos en mil batallas en el baloncesto europeo como Alex Renfroe, Thad McFadden u Omar Cook han puesto su granito de arena en una plantilla donde nombres como Kravic, Ken Horton o Jasiel Rivero verán apiladas múltiples ofertas durante este verano. El Burgos, sin embargo, espera mantener un bloque que ya le hizo campeón hace siete meses de la misma Basketball Champions League cuando se celebró la Final 8 en diferido en Atenas de la temporada anterior y consiguieron hacerlo venciendo al anfitrión.
"Ni el más optimista, que es nuestro presidente, habría soñado con lograr esto. Es un día para el recuerdo, tenemos un equipo fantástico de jugadores con talento y un corazón enorme. Es una fantástica temporada con la primera BCL ganada en Atenas hace unos meses, ganar la Intercontinental, jugar la Copa del Rey, ahora esta nueva Copa... Quiero dar las gracias a todos los trabajadores y al club. Es un título que dedicamos a todos los aficionados que es una pena no estar con ellos", dijo Joan Peñarroya, el arquitecto desde la pizarra detrás de este éxito.
San Pablo Burgos ha dado una lección a todos aquellos que piensan que no se puede construir un equipazo de la nada. En cuestión de un lustro han subido varias categorías, ganado tres títulos internacionales y convertido en el primer deporte de la ciudad por delante del fútbol. Y todavía no se han puesto en serio a invertir en grandes jugadores. Hablamos de un equipo y una organización como lo que se refleja en su camiseta: tan bueno como una catedral.