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Contra todos y contra todo. Adelante campeón. Ese fue el lema elegido por la afición del Atlético de Madrid el pasado mes de abril cuando los de Simeone sufrían polémicas arbitrales, desgracias físicas y un sinfín de historias que parecían dispuestas a robarles el título de LaLiga Santander. En aquél mensaje, entre paréntesis, tendrían que haber señalado que este equipo está preparado para luchar incluso contra las lesiones.
No son buenos tiempos para la enfermería rojiblanca. Simeone y su once bien lo saben y es que jugadores titularísimos como Giménez, Savic, Trippier y Luis Suárez han acumulado (casi) más minutos lesionados que sobre el césped.
El caso del delantero es el más preocupante. Sin estar descartado aún de manera oficial para el derbi, en el club saben que el ex del FC Barcelona acumula ya varias molestias, como su compatriota Giménez, este curso y la situación, por desgracia, tampoco tiene tintes de mejorar.
Pero el Atlético de Madrid de Simeone puede con todo. Ante el Oporto el drama se había instalado en el club. Más lo hizo tras la lesión de Luis Suárez en el 13', que dejaba al equipo prácticamente desnudo tanto en el área propia como en la contraria. Y salió el alma colchonera.
Vrsaljko, otro de los que conoce bien la enfermería, se unió con Kondogbia en una defensa semidesconocida que rindió a un nivel altísimo, mientras que Cunha, que venía de brillar en dos partidos consecutivos, volvió a mostrar toda su calidad cuando sus compañeros lo necesitaban.
A problemas, soluciones, pensará Diego Simeone. El argentino ya sabe que en el Wanda Metropolitano, más con la llegada del derbi, se lucha contra todos, contra todo e incluso contra las lesiones.