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La contundencia ofensiva del Real Madrid, sumada a la inestabilidad defensiva del Atlético de Madrid, tiñeron de blanco el derbi madrileño (2-0) con goles de Karim Benzema y Marco Asensio tras dos asistencias de Vinícius que aumentan a trece puntos la distancia en una LaLiga Santander en la que los de Ancelotti buscan rival.
El derbi fue fiel a los momentos que protagonizan Real Madrid y Atlético. La firmeza madridista Y la indefinición atlética. La décima victoria consecutiva, siete en Liga, para asestar un golpe con tintes definitivos, de un equipo blanco sin aristas que explota un momento de crecimiento desde la convicción. En el polo opuesto, un Atlético al que no le sirve el derroche, sin encontrar el rumbo por su falta de acierto en las dos áreas.
La inercia ganadora del Real Madrid le permitió encarar el derbi sin la exigencia de salir a por el rival, sin sentir obligación, con la oportunidad de buscar el partido que le interesó hasta que pudo correr y exhibir contundencia. Amparado en el toque para rebajar la ambición rojiblanca de inicio, su intención de presionar arriba y asfixiar al líder.
El vigente campeón busca la identidad perdida y no había mejor escenario que el Bernabéu para recuperarla, pero no logra escapar de la desconfianza por una cuestión impropia de un equipo de Diego Simeone, la pérdida de consistencia defensiva, acechado en el derbi por las bajas pero tan vulnerable que quedó tocado en la primera llegada del rival.
El plan que tanto explotó con éxito en el pasado el técnico argentino en el estadio madridista, no le servía ante la necesidad de vencer. En esta ocasión el que esperaba no podía ser él. Debía lanzar un mensaje de lucha por el título que no se produjo, instalado en una duda constante en Liga, con jugadores que no dieron un paso al frente en un momento clave. Su dominio inicial no se tradujo en acciones de peligro. Solo el derroche de Marcos Llorente generó desequilibrio hasta la entrada de Joao Félix.
Era un duelo que marcaba el derbi. Con Llorente sacrificándose en una demarcación, la de lateral, donde se siente 'enjaulado', ante la sensación de LaLiga, Vinícius. Demostró que por velocidad no sería superado y ante la dificultad del pulso, que hasta generó imprecisión con balón del brasileño, decidió cambiar de banda y en su primera aparición al espacio cambio el paso al partido. Su centro medido a Benzema, la volea perfecta, el disparo seco imparable para Oblak. El primer disparo a puerta.
El gol reforzó el planteamiento de Ancelotti y aumentó la presión sobre el Atlético. El líder podía esperar a su rival y amenazarlo al contragolpe. En pleno duelo táctico había mayor sensación de poderío madridista en área rival. Sin disparos a los porteros pero tocando con criterio y haciendo correr tras el balón a los de Simeone. Apenas un cabezazo cruzado tras córner del debutante Alaba y un disparo al cuerpo de Oblak de Vinícius, escorado, sin espacio para hacer gol.
Debía responder en la obligación el Atlético, sin noticias ofensivas en el primer acto, esperando más de jugadores importantes, con Carrasco y Griezmann desaparecidos, Cunha desgastado en tareas defensivas encima de Casemiro. Apenas una falta de Griezmann a la que voló para lucirse en la foto Courtois.
Y cuando más mereció el Atlético, con Joao Félix entrando al partido con ganas de demostrar que su entrenador se equivoca tras dejarle sin minutos en la 'final' de Lisboa, llegó la sentencia. En un minuto el portugués había generado más peligro que en toda la primera parte su equipo. Un disparo centrado, un pase filtrado al movimiento de Cunha que se topó con Courtois.
Benzema, tras superar su récord de goles en un año con 36, se quedó en el banquillo con malas sensaciones musculares y Jovic en su primera aparición le ganó el pulso a Kondogbia para lanzar el contragolpe, encontrar adelantado al rival, con Felipe midiendo mal para que Vinícius asistiese otra vez lejos de la banda izquierda y Marco Asensio marcase con tiro cruzado. De nuevo la contundencia madridista. De nuevo la debilidad defensiva rojiblanca.
El Real Madrid, reconstruido como equipo por un Ancelotti que venció su primer derbi en Liga a su quinto intento, disfrutó la última media hora del derbi. Cuando la figura de Modric levantó al aficionado del asiento con su clase, encontrando en Kroos el mejor socio para dar una 'masterclass' de cómo salir de la presión del rival.
El Atlético sintió impotencia, sin encontrar el premio del gol a su esfuerzo, estrellándose siempre en Courtois que volvió a responder con firmeza a dos faltas de Lemar y cerrando el derbi con otra gran parada a Joao. Media Liga está en el bolsillo de un equipo que en caso de no proclamarse campeón, ya será por demérito propio tras una primera vuelta imponente.