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La victoria en Old Trafford ha confirmado lo que venía siendo más que un rumor: el Atlético de Madrid ha recuperado su esencia, sus valores, y vuelve a ser el de siempre. Más allá de la alegría por pasar a los cuartos de final de la Champions, el equipo de Diego Simeone ha dejado atrás de un plumazo su crisis de resultados, la peor en la era del argentino en el banquillo. Desde la seguridad defensiva ha vuelto a florecer el Atlético de Madrid. Pero no sólo con eso, sino que Simeone ha tocado teclas. Y una de ellas es la de Renan Lodi.
Probablemente derivado de todas las circunstancias por las que está atravesando el equipo colchonero, pero Lodi regresó a la titularidad en el partido de ida ante el Manchester United, cuando antes había contado muy poco. Con Yannick Carrasco sancionado y múltiples bajas en otras posiciones, Simeone apostó por Lodi como un factor desequilibrante y sorpresivo del partido. Ya había desarrollado ese rol de carrilero en otras ocasiones, pero generalmente había decepcionado. En Old Trafford se doctoró en esa posición, anotando además el gol decisivo de la eliminatoria.
Las restricciones defensivas propias del estilo de Simeone lo habían apresado en el despliegue que ejerce hacia adelante. Pero en el primer partido ante los ingleses, frente al Celta en la Liga y en la decisiva vuelta en Manchester, Renan Lodi enamoró a todos yendo hacia adelante. Hasta el punto de que su rendimiento en esa posición ha impactado. Es probable que Simeone le dé continuidad en los próximos encuentros, sobre todo si Carrasco no está.