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Orgullo, pasión y sentimiento. El lema que eligió el Atlético de Madrid para afrontar la vuelta de los cuartos de final de la Champions ante el Manchester City es la receta que desde ya ha colgado en la pared del vestuario Diego Simeone. El entrenador argentino sabe que la decepción por la eliminación debe dar paso lo más pronto posible a ilusión. ¿Para qué? Pues para afrontar lo que resta de la Liga y amarrar la plaza de Liga de Campeones, que sigue sin estar clara.
De hecho, el técnico del Atlético lo tiene claro: la Champions 2022-23 empieza ya. Si sellar el pasaporte no habrá participación. Sin participación no habrá ingresos económicos de altura ni objetivos golosos al más alto nivel europeo. La obsesión de Simeone sigue siendo la de hacer campeón al Atlético de Madrid, con las dos espinas de las finales perdidas aún clavadas.
Siete partidos son los que restan en esa lucha final con Barcelona, Sevilla, Betis y Real Sociedad. Justo en medio de todos aparece un Atlético que este fin de semana se enfrenta al Espanyol. Lo hará en un Metropolitano aún resacoso de los vivido el miércoles, pero que sabe a la perfección que hay que apretar de nuevo los dientes. Simeone ya ultima los detalles para confeccionar un once que debe tener alguna modificación, pero no muchas. De Paul, Carrasco y Correa, que fueron suplentes de Koke, Lodi y Griezmann, apuntan al once inicial.