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Después de su goleada ante el Angers, el Sevilla encaraba su viaje a Inglaterra como algo ilusionante. Eran conscientes de que se iban a enfrentar a dos grandes equipos como el Arsenal y el Leicester, pero querían demostrar lo preparados que están para la temporada. Sin embargo, las cosas no han ido como esperaban. Cayeron en ambos partidos, con un sonrojante resultado en contra de 6-0 contra el Arsenal.
El primer reto del conjunto de Lopetegui era la Emirates Cup. El trofeo local de un Arsenal que estaba en modo goleador y cuyo rendimiento en pretemporada estaba dejando ver un nuevo aspirante al título de liga. El Sevilla también había goleado, pero para nada se esperaba el encuentro que Arteta y los suyos plantearon. A los 10 minutos de partido, el Arsenal ya estaba por delante en el marcador.
Todo ello por un penalti que Saka transformó. Pero eso solo fue el comienzo del desastre. A los 18 minutos de partido, el Arsenal iba ganando 4-0 al Sevilla. Toda la plantilla sevillista estaba perpleja y no supo reaccionar ante el terremoto ‘gunner’ que tenía sed de muchos goles. Finalmente, el partido acabó con un 6-0 que dejó muchas críticas para el lado de Lopetegui. Aunque al día siguiente tenían que jugar contra el Leicester City.
Julen Lopetegui no se podía permitir dar una mala imagen otra vez, pero lo único que mostró fue más agresividad. Los ataques claros solo venían del lado inglés y cuando el Sevilla llegaba al área contraria, las cosas no le salían. Fue Dewsbury-Hall quien estrenó el marcador del Leicester y el conjunto hispalense se tuvo que volver a casa con siete goles encajados en dos partidos.
Una imagen triste que tratarán de enmendar ante el Cádiz CF el próximo 6 de agosto, en el último partido de pretemporada antes del inicio de LaLiga Santander. No será fácil, pero Lopetegui debe darle la vuelta a la dinámica del equipo para no empezar con un tropiezo.