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El Bayern Múnich ha empezado la Bundesliga tal y como se esperaba de él. Había mucho rumor que indicaba que el equipo germano no iba a ser el mismo sin Robert Lewandowski, la estrella polaca que se marchó al FC Barcelona. Pero el conjunto muniqués ha dado un golpe encima de la mesa en su primera jornada contra el Eintracht Frankfurt. El 1-6 del resultado final indica la gran superioridad del Bayern, jugando fuera de casa.
Lo más llamativo es que el club no tardó ni cinco minutos en estrenar su marcador de goles a favor en la temporada. Kimmich sorprendió al portero rival desde un lanzamiento de falta donde todo indicaba que iba a centrar. El centrocampista mandó el balón a la portería y a Trapp no le dio tiempo de volver. Pero ese 0-1 pronto iba a aumentarse ya que Pavard haría el segundo tan solo seis minutos después.
El balón quedó muerto en el área pequeña tras un córner y el francés remató con fuerza hacia la portería. El siguiente en apuntarse a la lista de goleadores fue el recién incorporado Sadio Mané, que tras una jugada con Gnabry remató de cabeza, marcando el tercero de la cuenta del Bayern. La superioridad era cada vez mayor y el Eintracht era incapaz de reaccionar a ello.
Otra jugada combinativa, especialidad de la casa, hizo que Musiala finalmente empujara el balón hacia la portería para poner el cuarto en el minuto 35 de la primera mitad. Y antes del descanso, Gnabry aprovechó un gran pase de Müller que lo dejó solo delante de la portería. Trapp tocó el balón, pero no pudo evitar lo que era una goleada tan solo en la primera mitad del encuentro.
Ya en la segunda parte, un error brusco de Neuer provocó el primer gol del Eintracht. Pero poco pudo hacer el equipo local, que vio cómo Musiala aumentó a 1-6 el marcador con un gol en la recta final del partido. Una goleada con la que el Bayern muestra a Europa su poderío.