Inglaterra se juega su prestigio contra sus vecinos de Gales
La tercera jornada del Mundial ya ha llegado para decidir cuáles serán los equipos que lleguen a los octavos de final. Es cierto que hay algunos eliminados, pero hay otros que se agarran aún a la última esperanza. Es el caso de Gales, que se enfrenta a Inglaterra teniendo que ganar y depender de otros resultados para poder pasar la eliminatoria. Un escenario poco probable, ya que los hombres de Southgate son bastante favoritos.
Los ingleses desplegaron todo su potencial en la primera jornada contra Irán. Marcando seis goles, Inglaterra puso el listón bastante alto y la decepción llegó en la segunda jornada contra Estados Unidos. Lo tenían todo para asegurarse la clasificación y no pudieron pasar del empate a cero inicial. Por tanto, llegan a este encuentro contra Gales con la idea de sentenciar por fin su pase como líderes de grupo.
Los precedentes de este partido muestran un claro favoritismo por parte de Inglaterra. En todas las ocasiones que se han visto las caras, Gales no ha podido ganar en ninguna. Lo único que fue capaz de sacar fue un empate en 1973. Pese a que un Mundial puede aguardar todo tipo de sorpresas, todo parece indicar que las posibilidades de Gales no son algo realista. Inglaterra no quiere muchos problemas en los octavos de final y saben que, de no clasificarse como segundos, podrían tener que enfrentarse a Países Bajos en la siguiente eliminatoria.
Un escenario que apenas se contempla, sobre todo mirando las estadísticas de Gales. En los últimos diez partidos, tan solo ha ganado uno. Fue el más importante, ya que esa victoria por la mínima ante Ucrania le dio el pase al Mundial de Qatar. Pero los números no engañan y, tratándose de una cita contra un equipo muy superior las posibilidades disminuyen considerablemente. Este partido debería ser un trámite para Inglaterra, que deberían resolver incluso en la primera mitad.