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El Real Madrid despedía el año visitando Valladolid y con un objetivo claro: meter presión al Barcelona y poder demostrar que vuelve a la competición de la mejor manera. El equipo dirigido por Pacheta esperaba sacar al menos un punto de este encuentro y pudo plantarle algo de cara al conjunto blanco, que pese a tener las ocasiones más claras en la primera mitad no eran capaces de tener éxito delante de la portería de Masip.
Los minutos pasaban y la desesperación del Real Madrid comenzaba a ser evidente. Ancelotti y los suyos arrastraban serias dudas en cuanto a su juego y no estaban demostrando solidez en el terreno de juego en su vuelta después del Mundial de Qatar. El técnico italiano decidió meter al terreno de juego a Lucas, Rodrygo y Camavinga con el objetivo de darle aún más de velocidad.
Vinicius estaba siendo algo más protagonista en ataque, pero sus rupturas y regates tampoco terminaban por sacar nada en claro. Hubo que esperar a los diez últimos minutos de partido para que todo se revolviera. Tras un golpe en el brazo de Javier Sánchez dentro del área que no tuvo consecuencias, Munuera Montero tuvo que revisar la acción en el VAR y acabó señalando penalti a favor del Real Madrid.
Lo peor no acababa ahí para el Valladolid, ya que Sergio León era expulsado por protestas al colegiado. Entre todo, Benzema fue el encargado de lanzar el penalti y lo transformó en el primer gol del Madrid que por fin le daba algo de respiro. Con uno más sobre el campo, el conjunto blanco no tuvo mayores problemas y Benzema, de nuevo, recibió un pase de Camavinga y marcó el 0-2 que sería definitivo para conseguir los tres puntos. Con el posterior empate del Barcelona, el Real Madrid comparte liderato y ya no camina a la estela de los culés.