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La Juventus estuvo en el foco de todas las miradas en la tarde de ayer. Después de conocerse que recuperaba los 15 puntos de sanción que le impusieron, volvía a ser tercero de la Serie A. Con esa motivación, el equipo de Allegri debía visitar Lisboa para certificar su pase a semifinales. No lo iban a tener nada fácil, aunque es cierto que tuvieron un gran impulso desde el principio y salieron muy motivados.
Fue Adrien Rabiot el que abrió la lata del encuentro con un gol en los primeros diez minutos de partido. Si la Juventus era favorita para ganar este partido, después de ese gol todo se ponía de cara. El conjunto italiano tenía que defender los dos goles de ventaja que tenía en la eliminatoria global y le estaban saliendo bien las cosas.
Sin embargo, el propio Rabiot cometió un penalti innecesario que puso en bandeja al equipo portugués el empate. Edwards no lo desaprovechó y marcó para el Sporting de Portugal. A partir de ahí, se abría un escenario nuevo en el partido, ya que la afición empezaba a empujar a los portugueses y solo les hacía falta un gol para forzar la prórroga.
El equipo local siguió empujando e intentando marcar. De hecho, tuvieron más ocasiones claras de peligro que la Juventus. Aun así, el equipo italiano supo aguantar muy bien el marcador y no permitió ese gol que le hacía falta al Sporting. El empate a uno le valió a la Juventus para certificar su pase a semifinales, donde se verá las caras con el Sevilla de Mendilibar.
La Juventus es la favorita para ganar no solo el partido, sino también la competición. Pero tras la caída del United, los italianos saben que no pueden dar por vencido al Sevilla en una competición que se le da muy bien.