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El Arsenal de Arteta sabe perfectamente que para ganar la Premier League debe sufrir y ganar la mayoría de partidos posibles. Sobre todo aquellos que juega en casa. Una regla que no ha cumplido en su último partido, donde recibía a sus vecinos del West Ham en una oportunidad más para mantener el liderato que había perdido momentáneamente de manos del Liverpool. El partido se puso cuesta arriba muy pronto con un gol de Soucek a favor de los visitantes.
Un gol lleno de polémica ya que no se puede saber si el balón salió del todo por la línea de fondo en el transcurso de la jugada. En cualquier caso, el Arsenal debía sobreponerse a ese resultado en contra y, pese a sus muchas llegadas, no lo conseguía. El que golpeó después fue Mavropanos, jugador del West Ham que cabeceó un córner en la segunda mitad para ampliar una ventaja dolorosa para Arteta.
Los locales no fueron capaces de hacer nada e incluso el West Ham pudo acabar el partido con un gol más. David Raya detuvo un penalti de Benrahma en el 96, aunque la conclusión es la misma: derrota del Arsenal que les deja en segunda posición. Ya no dependen de sí mismos para acabar el año como líderes.
Tampoco se pueden permitir reflexionar mucho ya que en cuestión de pocos días se enfrentan al Fulham fuera de casa. El partido de ida en el Emirates, que acabó con empate a dos, ya les demostró que son un rival duro. Los pronósticos están a favor de una victoria de los de Arteta, con una cuota de 1.55 euros por euro apostado. Pero el técnico español sabe que un tropiezo más podría llevarles a bajar más posiciones.