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Austria y Turquía se veían las caras en los octavos de final de la Eurocopa como dos de las selecciones que más habían impactado. Sobre todo Austria, que había logrado pasar por encima de grandes equipos como Francia para liderar su grupo. De hecho, los austriacos eran los favoritos para ganar el encuentro. Pero todo ese favoritismo se fue desvaneciendo nada más comenzar el choque. En el primer minuto de juego, Turquía disfrutó de un córner que Demiral aprovechó para adelantar a los turcos en el marcador. Una acción que ponía realmente nerviosa a Austria puesto que no entraba en su guion.
Desde ese momento, Austria tomó cierto protagonismo tanto en la posesión como en las jugadas ofensivas. Rondaba el área turca, pero sin éxito alguno. El tiempo transcurrió en toda la primera parte sin más cambios de marcador y los austriacos no tenían muy buenas sensaciones.
Todo empeoró para Austria en la segunda mitad. El propio Demiral aprovecho otro saque de esquina, lanzado también por Güler, para poner el segundo en la cuenta de Turquía. A este gol sí fueron capaces de reaccionar y Gregoritsch acortó distancias con el 1-2 poco después.
Austria lo intentó de todas las maneras posibles. La más llamativa fue justo segundos antes de que el colegiado pitara el final del partido. Un remate de cabeza parecía ir encaminado hacia el gol. Pero Gunok, portero turco, salvó el gol que hubiera llevado el partido a la prórroga con una gran parada.
El encuentro terminó y Turquía sigue presente en la Eurocopa. Tendrán que enfrentarse a Países Bajos en los cuartos de final y siguen sin ser favoritos para ganar (su cuota es de 6.00 euros por euro apostado). Pero tampoco lo eran contra Austria y ya saben lo que es romper los pronósticos.