Son los primeros compases de la temporada, pero el periplo viajero del Unicaja le está sentando como un tiro. Queda jugar el domingo en Manresa para cerrar cuatro desplazamientos y evitar el pleno de derrotas. Espera, ansioso, el colista de la competición. Tiene ciertos tintos engañosos, pero la tozuda realidad indica que, a día de hoy, el Unicaja está fuera de la Copa del Rey y fuera del Top 16. En Liga es undécimo, con tres victorias y dos derrotas. Cierto es que empatado con el sexto y cuatro equipos más. Pero el average le relega en este múltiple empate al último lugar. Un detalle que no hay que despreciar para el futuro.
Situación parecida en la Euroliga. Salvo que el Madrid pierda en Roma esta noche por 24 puntos o más, el Unicaja acabará quinto la tercera jornada de la primera fase de la Euroliga. Es verdad que ya se han jugado los dos partidos más difíciles de todos, las visitas a la Caja Mágica y al Palacio de la Paz y la Amistad. Pero la irrupción del Bamberg, con dos victorias ante Olympiacos y Charleroi, hace que el nivel del grupo se haya elevado. Quedan siete partidos y, para no tirar de calculadora, hay que ganar cuatro.
