El Unicaja regresa esta noche (21:00, Canal 2 Andalucía) al Martín Carpena para disputar la cuarta jornada de la primera fase de la Euroliga ante el Virtus Roma con una inevitable sensación de preocupación. La lesión de Terrell McIntyre, que estaba llamado a ser el líder indiscutible del equipo durante la presente temporada, ha dejado tocado a un equipo que ya se ha puesto en marcha para poner remedio a la plaga de lesiones que le está lastrando en este principio de competición. Por todo ello, resulta casi un contratiempo más disputar hoy un exigente encuentro con, no hay que engañarse, mucho en juego para los intereses del conjunto que dirige Aíto García Reneses. El balance 1-2 del equipo cajista, la pelea del Virtus con los líderes del grupo, la mencionada merma del espítitu verde por los últimos acontecimientos... todo se junta para complicarle la vida a un Unicaja que, aun así, encuentra una razón para sonreír. Regresa al Carpena. A su casa, donde lleva sin jugar desde hace más de dos semanas. El pabellón malagueño se postula como la gran panacea a los males de un equipo que, por otra parte, pretende recuperar esta noche a uno de los más aplicados de la clase: Saúl Blanco. El asturiano ya tiene el OK y jugará si se le necesita. Parece el momento.
Además, Rafa Freire volverá a asumir el rol de director, aunque el desafortunado Panchi podría tener su dosis de confianza por parte de Aíto. Habrá que seguir de cerca cómo manejará el entrenador madrileño la situación que se ha creado en el puesto de uno. Como anotador salió reforzado de Manresa Tripkovic y Archibald se ha cargado de minutos de calidad. Hay madera.
Enfrente, los peligros se llaman Crosariol, Dasic y un viejo conocido de la ACB como Charles Smith. Además, los italianos recuperan a Luigi Datome.
