El orden se ha perdido en este Grupo B de la Euroliga, se ha instalado la locura. Las dos cenicientas, Bamberg y Charleroi, no son tales. Los alemanes le ganan al Olympiacos, los belgas vapulean al Real Madrid. Ello eleva el nivel del grupo y la dificultad de acceder a la siguiente fase, el Top 16. Y ello hace más importante el partido que esta noche tiene que disputar el Unicaja en Bamberg (20:30, Canal Sur 2), 200 kilómetros al norte de Munich, región de Baviera. Una ciudad pequeña, de 70.000 habitantes, en la que el baloncesto se ha convertido en religión. Freak City, le llaman por el especial ambiente que se crea en cada partido. Campeones de Liga y Copa la temporada pasada, su pabellón permanece invicto esta temporada, tanto en Euroliga como en la liga germana. Un conjunto atípico, con varios jugadores de experiencia ACB (Terry, Gavel y Jacobsen) y con oficio en el baloncesto europeo. También algunos jóvenes interesantes, como el pequeño pívot Hines.
El Unicaja intenta superar la crisis de identidad que provocó la derrota del domingo ante el Estudiantes. Los resultados del equipo a estas alturas de temporada son correctos. Sucede que la imagen deplorable ofrecida el pasado fin de semana reabrió viejas costuras. Es el momento ideal para dar un paso hacia delante en estos dos partidos, en Bamberg y Menorca. Dos canchas de difícil acceso. El equipo está sin más bajas que la ya conocida de McIntyre, se ejercitó en la cancha germana (7.000 espectadores) a última hora de la tarde de ayer y esta mañana. A Blakney le toca acelerar su rodaje en una cancha en la que ya jugó alguna vez en el pasado. Y así, los 12 que se ha traído Aíto. Todos tienen una tarea de honor en Bamberg.
