Málaga TV tuvo como invitado en su programa "El Remate" al director deportivo del Unicaja, Manolo Rubia, que hizo un repaso a los temas más en boga en la actualidad del club malagueño. Sobre la confección de la plantilla, aseguró que "la base estaba ya establecida, era sólo terminar el equipo con dos o tres fichajes. El entrenador y yo construimos el equipo como pensábamos, respetando las situaciones contractuales que teníamos. Era lo mejor que podíamos hacer. Las plantillas siempre se pueden mejorar, pero ésta es la mejor que podamos tener. Cuando esté al 100% física y mentalmente debe dar mucho de sí", afirmó el director deportivo, que cuestionado por la opción de recuperar a Dixon cuando cumpla su sanción por dopaje en febrero no quiso cerrarle la puerta: "Es un grandísimo jugador que aportó mucho cuando estuvo aquí y Aíto y yo hablaremos para ver qué es mejor para el equipo. Si hay posibilidad de fichar a alguien del gusto de Aíto, se estudiará".
Rubia explicó también por qué se decidió no fichar a Carlos Cabezas cuando se tuvo la opción, decisión no entendida por todos los sectores del entorno: "Estuvo encima de la mesa, pero optamos por la posibilidad de tirar de la gente de la casa. Con Freire y Cobos ganamos al Cajasol. Carlos fue muchos años jugador nuestro y es muy querido por todos, pero optamos por tirar de la gente que tenemos dentro. Provocaba overbooking de bases. Sabemos que Freire va a progresar jugando ahí, con Aíto seguro".
El nuevo director deportivo también se refirió al infortunio de la lesión del jugador franquicia, Terrell McIntyre. “Era un jugador perseguido por los mejores de Europa. Tuvimos suerte de poder conseguir su fichaje delante de Panathinaikos y Olympiacos. Confiamos en él, es un grandísimo profesional, lo está pasando mal, pero volverá al máximo nivel. Tuvimos un ejemplo aquí, con Jorge Garbajosa, que estuvo parado con la fascitis y volvió al máximo nivel. Hay que tener en cuenta que justo cuando estábamos rodando, también cayeron Saúl Blanco o Panchi Barrera. A McIntyre se le ha estado siguiendo la evolución. Los médicos decían que lo mejor era que se rompiera para sanar".
El antiguo delegado durante 22 años del equipo también pidió apoyo a la hinchada cajista: "Nuestra afición es exigente porque entiende mucho de baloncesto y sentarse con cada uno de los 10.000 a explicárselo es difícil. Tienen que ser comprensivos, que la presión se la pongan al contrario, no a nosotros. Ellos reciben el murmullo, la presión contenida que hay en el Carpena. Le pido que den todo lo que tienen por nuestro equipo. Una vez que empieza el partido, que la presión la reciba el contrario, no nuestro equipo".
