“Quiero dar las gracias a todos los clubes, directivos, entrenadores, compañeros, rivales, árbitros, patrocinadores, medios de comunicación y aficionados con los que he compartido todos estos años. Entre todos me han permitido sentirme un privilegiado por poder hacer lo que más me gusta: ser jugador de baloncesto”, señaló Garbajosa.
En la retina de los aficionados malagueños quedará su aportación decisiva en los mejores logros de la historia del club, con la consecución de una Liga ACB (2006) y de una Copa del Rey (2005). Su primera etapa en el Unicaja fue brillante e inolvidable. Luego hizo las Américas y militó dos años en los Toronto Raptors. De ahí al Khimki ruso y luego al Real Madrid, para poner fin a su carrera de nuevo en el club de Los Guindos.