Freeland luce como 'blazer' en la mayor venta de la historia del Unicaja
Drafteado en 2006, cuando aún era jugador del Gran Canaria, la vigilancia de la franquicia de Oregón ha sido intensiva sobre él. Seis años después, da el salto. Firma un contrato por tres temporadas y un total de nueve millones de dólares. Con ese remanente y los 500.000 dólares que aporta Portland pagará la cláusula de salida del Unicaja, que asciende a 1.5 millones de euros. El club malagueño ofrece facilidades para que Freeland abone en varios plazos la cantidad, que saldrá de su sueldo.
Freeland pasó los reconocimientos médicos, firmó y fue presentado. Llevará el 19 en la camiseta, el mismo número que lució en sus tres temporadas en el Unicaja, donde dejó una impronta de jugador superior, quizá aún con margen de mejora. No le benefició la deriva negativa del Unicaja en los últimos tiempos. Ni él fue el líder que se le pedía.
A sus 25 años, justo antes de jugar los Juegos Olímpicos en casa, Freeland da su soñado salto a la NBA. Nunca escondió que fue su objetivo final. Tendrá que pelear severamente por minutos. Ocupa la misma posición que la estrella de Portland, LaMarcus Aldridge. Freeland habló en rueda de prensa. "Creí que era ya un jugador maduro en Europa para dar el salto. Siento que es el siguiente paso en mi carrera, simplemente para probarme e intentar ser lo mejor que pueda", decía Freeland a los medios de Portland, ante los que se definía como un "cuatro al que le gusta correr y jugar el pick and roll y el pick and pop, además de usar su movilidad ante jugadores más grandes. Neil Olshey, nuevo general manager de Portland, le definió como "un completo jugador de rotación" y le comparó con el jugador de Oklahoma Nick Collison por los intangibles que podía aportar. Olshey se reunió con Freeland semanas atrás en Houston, donde Gran Bretaña realizaba la preparación para los Juegos de Londres. Allí ambas parte comprendieron que era el momento de unir sus caminos.
"Puedo jugar de cinco, hasta hace año y medio sólo lo hacía como cinco. Obviamente tendré que coger algunos kilos si quiero jugar aquí de cinco. Pero es la razón por la que quiero venir aquí pronto, antes del inicio de la pretemporada", remató Freeland, ansioso por jugar los Juegos con Gran Bretaña. Se va dejando 1.5 millones de euros en el Unicaja, la mayor venta de su historia. También se marcha el mejor jugador del equipo.