Si se gana el paso es gigantesco. Si se pierde hay que empezar a usar la calculadora. El gigante ruso ya viene escaldado. En la ida en el Universal Sports Hall el Unicaja conquistó su primera victoria de su historia en Rusia con una exhibición para los anales de Marcus Williams, MVP incluido. Messina tomó nota de aquello, de la defensa en zona de Repesa que se le atragantó y también de alguna argucia, obligada por las ausencias de Panko y Perovic, como colocar a Simon y Vidal de 4 para obligar a sus pivots, grandísimos, a moverse.
Qué decir del CSKA, multicampeón europeo, el equipo más rico del continente, con Messina de vuelta al mando, con Teodosic, Krstic, Khryapa, Weems, un crepuscular pero siempre sólo Papaloukas... Una selección de estrellas casi interminable. Aquí mordió el polvo más de una vez. Para la tarea el Unicaja cuenta con su afición, de nuevo ilusionada en cuanto se le dio un poco. Se han vendido casi mil entradas con las medidas que lanzó el club para recuperar aficionados.
Si el Unicaja gana se colocará a una sola victoria de los rusos y con el average ganado. A los rusos les queda recibir al Madrid y jugar en Atenas ante el Panathinaikos, que hoy también juega en Madrid y el Real puede echar una mano. A tres jornadas del final del Top 16, estar en el Top 8 no es ninguna locura. Pero pasa por ganar al CSKA.