El jugador esloveno ha seguido una dinámica de trabajo intensa de masajes y ultrasonidos para ganar movilidad y empieza ahora a trabajar sobre la cancha. Se dio un plazo de cuatro a seis semanas de ausencia y estará más cerca de lo primero que de lo segundo, de no haber recaída.
La idea es que Dragic pueda llegar a la final de Santiago, en 10 días. De momento, empieza trotar y a hacer algunos esfuerzos a las órdenes del preparador físico, Enri Salinas. Repesa ya ha repetido que es un jugador básico en sus planes por su capacidad defensiva.