Caer en la prórroga ante el Real Madrid en un cuarto partido de una semifinal de la ACB (79-89) no es una deshonra. Conviene recordarlo por si alguien se ha despistado. Es el final de la temporada, pero el principio del camino. Un sendero en el que Plaza y sus hombres han recuperado el prestigio y el lugar que corresponde a este club. Y, sobre todo, ha vuelto a hacer vibrar al Carpena. Ahora toca que esta comunión sea el germen de algo grande. El final es el principio.
Ahora le toca a la entidad manejar este arreón, este renacimiento, este Factor Carpena tan renombrado en las últimas fechas y que es esencial para que el Unicaja se asiente de nuevo del lugar que jamás debió salir. Y ahora, vamos con el partido, que sólo amargó en su resolución.
El primer cuarto cumplió con lo que prometía en cuanto a intensidad y baloncesto. Obligado por la situación, el Madrid empezó golpeando fuerte bajo la batuta de Llull. Pero dos triples y una brillante canasta a aro pasado de Toolson ayudaron a dar la vuelta al marcador (12-11). Plaza había aguantado a Fran en el arranque y tiró de Stimac. El gallego se cargó de faltas en un santiamén. Eso cambió un poco el paso al Unicaja. El pitadísimo Rudy y Llull se enchufaron para comandar un parcial de 0-11 (12-22), pero Stimac, con cinco puntos seguidos cortó la sangría.
Con 17-24, el Unicaja no podía patinar ante un Madrid que andaba jugando un baloncesto algo mejor que en el anterior choque. Y amenazó con la ruptura del mismo cuando una canasta de Reyes alejó a los suyos hasta once puntos (21-32 a falta de 6'55''). Pero el Unicaja sacó esa rabia que está caracterizando a los de Plaza y se arrimó (28-32). El ambiente en el Carpena andaba algo caldeado y las continuas protestas de los blancos más alguna decisión discutible no ayudaban a apaciguar a la afición. Sobre todo tras un posible falta en ataque que desembocó en un triple de Llull (28-35).
Pero el Carpena reventó los audímetros tras una técnica a Plaza que el catalán no terminaba de entender. De ahí, Sergio Rodríguez falló el tiro libre y el Madrid entró en encefalograma plano. Con Málaga hirviendo, Caner-Medley enchufó dos triples, uno cuando moría este segundo parcial, que dejó el tanteador 35-37.
Quedaba mucho por jugarse y había mucho en juego. El Unicaja desterró cualquier atisbo de ese mal que suele padecer en los terceros cuartos. Constante, intenso, hambriento, fue recortando ventaja sobre el Madrid, al que sostenía Felipe Reyes casi en solitario. Sólo una técnica a Pablo Laso descompasó el duelo y sirvió para llevar el arbitraje a su terreno. No obstante, estaba ahí Unicaja, acosando ya al rival (55-56).
En el cuarto de la verdad Carroll comenzó como un tiro y el Madrid recuperó su zona de comodidad, pero una vez más, el Unicaja sacó su alma y la derramó por todo el parqué. Y eso que el Chacho quería liquidar el asunto (dos triples para el 62-70 y el 66-73). Insuficiente para tumbar a los malagueños. De hecho, si Fran hubiese acertado su primer tiro libre en la penúltima acción del cuarto, habría sido una victoria. 73-73 y posesión completa para el Madrid. La pidió Rudy. Que se creyó Bryant. La botó, la sobó, se jugó el triple... y falló, para regocijo del personal.
La prórroga fue otra historia. Como en la primera cita, el Madrid la jugó con otro sentido. Reyes, Llull y Sergio le dieron ese punto diferencial que le falta al Unicaja. Un Unicaja que tiene de todo lo demás, no lo olvidemos.
Y así murió un partido de baloncesto con mayúsculas y una afición gigante que despidió al equipo como héroes. Porque lo de hoy fue una batalla. Pero queda mucha guerra. Que no se apague la mecha que ha prendido el Carpena.
Ficha técnica:
Unicaja (17+18+20+18+6) 79: Granger (4), Toolson (17), Suárez (12), Caner-Medley (13), Stimac (7) -quinteto inicial- Calloway (3), Urtasun, Hettsheimeir (6), Fran (8), Kuzminskas (9), Sabonis.
Real Madrid (24+13+19+17+16) 89: Llull (22), Rudy (9), Darden, Slaughter (2), Bourousis (8) -quinteto inicial- Mirotic (2), Mejri (4), Reyes (22), Carroll (11), Sergio Rodríguez (9).
Árbitros: García González, Pérez Pérez, Calatrava.
Incidencias: 4º partido de la semifinal de la ACB disputado en el Palacio de los Deportes José María Martín Carpena de Málaga. 10.600 espectadores