Más de 20.000 personas aclamaron en el centro de la capital serbia al plantel que cayó el domingo en la final ante Estados Unidos por 129-92. Pese a la contundente derrota en el duelo decisivo, la prensa y los analistas locales no escatimaron elogios para el plantel dirigido por Sasha Djordjevic. "Los estadounidenses juegan a 150 kilómetros por hora, el resto del mundo a 60", afirmó el ex astro serbio y de la selección de Yugoslavia Drazen Dalipagic: "Podemos construir un futuro en base a este éxito, pero debemos saber que tendremos que luchar en el Eurobasket del año próximo como cualquier otro equipo".
Markovic, cuya mujer espera un hijo para el mes que viene, aterrizará este jueves en Málaga para, inmediatamente, incorporarse a la concentración del Unicaja en Benahavís. Será el último en hacerlo porque los otros mundialistas (Dragic, Kuzminskas y Vasileiadis) ya están a las órdenes de Joan Plaza. El serbio ha sido titular en la subcampeona del mundo y ha jugado más de 23 minutos de media a las órdenes de Djordjevic.