La emotiva despedida de Sito Alonso a José Luis Abós

El nuevo entrenador del Bilbao Basket, Sito Alonso, ha escrito una bella despedida al que fuera su entrenador y mentor que nos acaba de dejar esta misma semana, José Luis Abós. El que fuera técnico del Bilbao Patronato en los años 90 falleció este lunes a los 53 años tras no poder superar una terrible enfermedad.

José Luis fue mi profesor de mi primer escalón para ser entrenador superior, él cuando me vio aparecer en la clase fue directo, sincero, “qué haces aquí Sito…”. Por aquel entonces yo tenía menos de 13 años y Pepelu no entendía qué hacía en Corazónistas un niño perdiendo sus vacaciones de Semana Santa.  Siempre lo he dicho y hoy lo repetiré, Oliete y Abos han sido referencias y entrenadores aragoneses de otro nivel, no ahora, siempre. Los dos salieron fuera a luchar por demostrar que eran más que unos entrenadores de cantera, sabían sacar rendimiento a cualquier equipo y más a uno con el que tenían arraigo.  Fue mi entrenador en Junior del Cai Zaragoza, lo fue por fiel. José Luis era ayudante del primer equipo del Cai que por aquel entonces entrenaba Mario Pesquera. Mario fue destituido y José Luis fue fiel y se fue con el, al final recaló en el juvenil A, que por entonces en uno de los bases contaba con Sito Alonso. Nunca olvidaré su camiseta con el logo “José Luis Abos the best”. Siempre me decía, “Sito finaliza bien por Dios, no tires bandejas de cualquier manera”.  Años después en una Copa le vi con Mario Pesquera entrando juntos al pabellón, fidelidad, seriedad…palabras que definen a Pepelu.  Estoy orgulloso de, hace tiempo en Fuenlabrada, decir a una persona...”el Cai lo debería entrenar José Luis”. Lo ha entrenado y lo ha hecho respetado. Copa, Europa, Play off, Semifinales…Identidad!!!  Yo mismo con mi padre fuimos a ver el espectáculo de los cuartos de final, donde el Cai de Pepelu empató la eliminatoria al Valencia, para dos días más tarde eliminarle en su casa.  Maño…luchador...serio…Entrenador.  Siempre respetado por mi y familia, gracias Pepelu por demostrar que alguien puede ser respetado y querido en su casa.