Cuatro derrotas en siete meses, cuatro derrotas en dos semanas

Desde el 5 de octubre de 2014 hasta el 24 de abril de 2015 el Unicaja sólo encajó cuatro derrotas. Era hasta entonces la mejor liga regular de la historia cajista. Hoy ya hay varias por delante y quedan dos partidos para el final de la Liga regular. Porque se han perdido cuatro partidos, lo mismo que en casi siete meses, en dos semanas fatídicas.

Si las derrotas contra Joventut, CAI, Barcelona y Manresa se espaciaron en el tiempo, las de Sevilla, Madrid, CAI y Obradoiro han llegado de sopetón, sin solución de continuidad. Juntando las dos competiciones (ACB y Euroliga), no se habían perdido cuatro partidos seguidos este año. Y ha llegado justo ahora en las vísperas de los play off, cuando se ponen las notas finales de la temporada.
El peor escenario supondría presentarse en tercera posición a las eliminatorias. Algo que se hubiera aplaudido a rabiar a comienzos de temporada. Pero la situación es complicada, porque el equipo parece haberse caído, está en el suelo y ya no hay mucho margen para la reacción. El Unicaja de estas dos semanas posteriores al parón es irreconocible. Los números hablan, también las sensaciones.