Dulce espera madridista

Una semana después de su noveno título continental, esperado durante veinte años, el Real Madrid se mantiene en su dulce espera de ver quién será su primer rival en la lucha por la Liga.

El Real Madrid es matemáticamente líder de la fase regular y, en este sentido, poco le importa el partido con La Bruixa D'Or Manresa, que se juega la permanencia en al categoría.
El único interés del campeón de Europa es mantener frescos a sus jugadores sin que el parón emocional de estos días les suponga un freno a la hora de volver a competir con el inicio de los 'playoffs'.
Para el último partido de la Liga regular, Pablo Laso ha dado de alta al mexicano Gustavo Ayón, mientras que Ioannis Bourouris es baja. El capitán Felipe Reyes y Sergio Llull también estarán presentes en el partido, después de haberse perdido el partido del pasado jueves en Vitoria.
Los precedentes de este enfrentamiento no son nada favorables para el equipo manresano que acumula un balance negativo de 37-3 en partidos disputados únicamente en la capital de España, siendo esas tres victorias correspondientes a la temporada 97-98.
El Real Madrid se ha impuesto en casa en los últimos 13 partidos pero la racha alcanza las 27 victorias consecutivas si tenemos en cuenta los partidos disputados en Madrid y en Manresa.
El equipo catalán para no perder la categoría necesita ganar al Madrid y que el Gipuzcoa pierda ante el CAI Zaragoza, que tampoco se juega nada.
La pasada temporada los manresanos cayeron por 48 puntos de diferencia, la peor derrota de su historia en la trayectoria en la Liga. Y por si fuera poco, el Real Madrid no ha perdido ninguno de los dieciséis partidos de Liga que ha jugado como local.