El Unicaja lo tiene ahí, está a un paso de conseguir un sueño. Porque con dos mastodontes como Real Madrid y Barcelona amparados por el fútbol, colarse en la final de uan competición como la ACB es un logro de dimensiones bíblicas casi.
La proeza que roza el Unicaja en una tarde como la de hoy, 14 de junio, será recordada en Málaga independientemente de lo que pase en el Palau (17:00 horas). Pero si el final consuma el 2-3, será recordado por toda España. Y es que nunca ha pasado que un equipo levante una eliminatoria de este tipo.
No puede olvidar nadie, no obstante, de la dificultad que entraña medirse a un conjunto como el Barcelona. Sobre todo, en su campo. El Unicaja tiene que recordar lo que le pasó en las dos primeras citas de esta semifinal, en las que perdió por 31 y 21 puntos el primer y el segundo encuentro.
El cambio es que ahora llega lanzado, sin la presión de tener que demostrar nada porque se sintió eliminado y menor. Ahora toda la carga de emociones se las lleva el Barça, que de dar dos palizas al Unicaja y verse como primer finalista prácticamente, ha pasado a jugarse su temporada a la bala de hoy.