La generación del abanico 1995 y 1996 es una de las más prometedoras que ha alumbrado Los Guindos en los últimos años. Sucede que el primer equipo del Unicaja va a disfrutarlo en una versión reducida. Apenas quedan Morayo Soluade y Kenan Karahodzic, grandes valores, de una camada que aspiraba a colocar a varios jugadores más en el primer equipo.
La última fuga ha sido José Alberto Jiménez, que recientemente jugó el Mundial sub 19 con España. No tuvo gran protagonismo, pero era un jugador que había progresado de ser un jugador voluntarioso a estar en órbita de las selecciones españolas. Se marchara a Eastern Florida, un Junior College de Estados Unidos, para preparar su salto a la NCAA, donde están ya otros cuatro compañeros de generación: Domas Sabonis, Rubén Guerrero, Francis Alonso y Víctor Ruiz. Todos, salvo el último, internacionales con Lituania o España. Domas, incluso, ya a nivel absoluto.
Jiménez contaba para Paco Aurioles como uno de los pilares del nuevo Clínicas Rincón, más joven que nunca, pero el jugador ha oído los consejos de sus amigos, a los que les va bien la vida por Estados Unidos, para acometer el salto del charco.